Los falsificadores ciegos

5 - Provocar un desastre aparentemente accidental , que
causaría la muerte de cientos de ilotas. Nosotros
mismos prepararíamos un derrumbamiento
controlado en los dormitorios de los esclavos de la
mina de plata del extrarradio (con el objetivo de
ahorrarle las pagas a Atenas).
6 - Acuñar monedas con un código falso, a la par que
organizamos una banda ilegal de falsificadores
metecos, aparentemente, sin relación con el
funcionariado ateniense. A dicha banda se le
atribuiría la fabricación de los dracmas falsos y se les
acusaría de introducirlos en Atenas, estafando a los
ciudadanos y a los funcionarios de la polis. Eso
bastaría para engañar a la Heliea.
7 - Vender el grano de cicuta, que disponemos en los
almacenes de la ciudad, a los mercaderes
Espartanos. Ese grano puede ser sustituido por trigo
sin que nadie se de cuenta hasta el próximo invierno.
Esa sería una manera rápida de conseguir dinero
suficiente para pagar salarios. Y cuando se descubra
el engaño, acusamos a los esclavos egipcios de haber
realizado el cambio.
8 - Simular un “ataque de falsa bandera”. Hundiríamos
uno de nuestros barcos de guerra y acusaríamos a
los macedonios del atentado. Eso nos daría la
oportunidad de atacar Macedónia (antes de que lo
hagan ellos). El inicio de la guerra justificaría el
retraso en el pago de salarios.