Un
nombre
propio
D
e pequeño dibujaba mu-
cho... Se licenció en Bel-
las Artes (Especialidad
pintura) en la Escuela Nacion-
al Prilidiano Pueyrredón de su
Buenos Aires natal. Allá en la
Argentina ya lo conocían sus
amigos y familia por ser un
“busca”; se ganaba algún Austral
que otro, recogiendo y vendien-
do periódicos usados, montan-
do bisutería en su piso de es-
tudiante, trabajando junto a sus
hermanos en una juguetería
local los días antes de navidad
para poder permitirse hacer sus
propios regalos.Rodrigo hacía. Estudiaba, tra-
bajaba, pintaba, llegó a tocar el
bajo en el mítico teatro Para-
kultural de Buenos Aires. Para
promocionar sus grupos: Nietos
de Noche y Seremos destrui-
dos recorría por las noches las
calles de Belgrano y dejaba bien
grande sus nombres en spray
en cualquier fachada que se lo
mereciera, hacía pegatinas con
el logo de la banda y las deja-
ba por todo el barrio, no había
subte o colectivo en el que via-
jase donde no dejara su sello.En la publicidad de los concier-
tos, además de los típicos pan-
fletos y pasquines tradicion-
ales Rodrigo empezó a añadir el
formato Fanzine. Allí se interac-
tuaba con la historieta, la foto-
grafía e incluso con la poesía.Organizaba a sus compañeros
de estudios para que colabor-
aran en sus obras, intentó que
fuera la universidad la que las
publicara pero como no había
manera lo empezó a hacer él
mismo. Si la banda tocaba fuera,
ya no era solo un concierto; era
un evento cultural autogestio-nado. Invitaba a todo tipo de
artistas para que expusieran
sus pinturas, hicieran monólog-
os, recitaran poemas o repre-
sentaran una obra de teatro o
cualquier tipo de performance.Después de licenciarse y en-
tre bolo y cuadro, trabajó como
funcionario en el sector social.
Su trabajo, ayudando a lidiar
con asuntos burocráticos a per-
sonas desfavorecidas, no le dejo
indiferente y pronto, como no,
se convirtió en Arte. Fanzine
Zoo: Blanco y negro, corta pega
y fotocopia con vale de regalo
incluido para llevarse a su casa
a un anciano. Critica social ha-
ciendo ya gala de ese humor
ácido que siempre estuvo pre-
sente en su obra.Un día decidió cambiar su vida
acomodada, su trabajo para
toda la vida, su casa en Villa
Crespo por un futuro incierto
en la España del nuevo mile-
nio. Después de unos meses en
Málaga se instaló definitiva-
mente en Madrid.ZOOGRÁFICO