karawanzine

(karawanzine poeticopX_bn9) #1

CARABANCHEL


Carabanchel me nace
cuando los cercos de las ventanas
son todavía de madera.
Cuando en un descampado brotaba agua gorda
y la lluvia embarraba calles y zapatos.
Cuando los juegos en los soportales
del imponente edificio al final de General Ricardos.
Cuando el tranvía dio paso al autobús
y en las intersecciones surgieron semáforos.
Cuando se compraba en los ultramarinos
y la leche era directa de las vacas.
Cuando cambiábamos cromos
y masticábamos Bazooka.
Cuando La Chata hacía el paseíllo
con el Bombero Torero y Platanito.
Cuando aún había sindicalistas en la cárcel.
Cuando las heridas se curaban con agua bendita,
cuando el sereno abría todos los portales
y en el silencio de la noche
se oían los ronquidos de los numerosos hermanos
en una habitación compartida.


Me hice joven
en pandilla.
Hasta COU no llegaron las chicas.
Y los límites del barrio se amplían.
El cielo ya no son solo los tejados o las copas de los
árboles,
ahora, a través del túnel del metro, abrimos los ojos
a un Madrid que está cerquita.


Y volvemos andando, cuesta arriba.
Cañas en el Yagüe,
los primeros ligues, las primeras soledades, las
primeras poesías,...
El teatro como vía de escape
hasta que se convierte en forma de vida.


Fluye y brilla.
Aquí no hay barcos de vela, el mar solo se sueña,
aquí hay callejones sin salida,
vías de huida, pequeñas placitas,
y una Finca que tiene la entrada prohibida.
Sesión doble de cine,
pipas,
y un libro bajo el brazo para hacer que estudias.

Y, sin embargo, aquí me mantengo.
Contigo estoy sin sentirme extraño,
estoy donde descansan mis padres,
estoy donde escribo estas líneas.

Donde saludo a los dependientes de siempre,
si no se han jubilado,
a mis alumnos, que pronuncian mi nombre
y se asombran
de que siga en el Vedruna.

Estoy en Carabanchel,
donde comparto territorio
con gente venida de lejos,
donde un paseo es el de Marcelino,
donde la Vista es Alegre,
y la Puerta Bonita.
Estoy donde no hay cruces en el parque,
donde Nuestra Señora es de la Luz
y la ciudad es de la Prensa.
Estoy donde los poetas de barrio
se pierden en Nueva York o en Algueña.

Donde los abrazos y los besos
saben igual que en cualquier sitio, pero no menos,
donde es un buen lugar
para iniciar un sueño,
sobre todo, si es contigo,
y haces que sonría.

Alberto Morate
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