ESCRIBO
Escribo todos los días
en el papel
y en el viento.
Escribo en mi propio corazón acelerado
o cuando se queda pendiente de un te quiero
en los labios.
Escribo bajo el llanto y bajo la lluvia.
Cuando no hablo ni me hablas.
Cuando vuelvo por el sendero de los besos robados.
Escribo bajo el dolor del folio en blanco.
Escribo contando historias de enamorados.
Contando secretos comunes a todos.
Siempre volviendo, no olvidando.
Escribo bajo las sábanas y en el tronco de un árbol.
Con el murmullo del agua
y con la luz de la luna desnuda sin recato.
En el invierno disfrazado de verano
y en el otoño solitario,
(la primavera la dejo para poetas ñoños y flacos).
Escribo cerrando los ojos y recordando.
Escribo en cada abrazo.
En la piel de quien se muestra desnudo
sin miedo al rechazo.
En el vacío del abismo.
En la mirada perdida.
En el camino que no lleva a ningún sitio.
Escribo en el puente destruido
cruzando el río a nado.
Escribo, como dijo Bécquer, en tus pupilas
cuando me miran suspirando.
Escribo en los poemas ya escritos
de poetas consagrados
y en los versos de mis amigos
que en paredes blancas de papel
me están siempre llamando.
Escribo, escribo,
y después...
me callo.
Alberto Morate