La división engendra odio, y el odio, ha crecido con el tiempo,haciendo que los conflictos sean justificados, que las muertes sean
aplaudidas, que los dictadores sean amados y admirados, a pesar deque son los autores intelectuales de asesinatos, encarcelamientos, y
por la deshumanización de los homosexuales y las lesbianas.
Nosotros tuvimos esos dictadores en nuestra civilizaciones, y las
masacres, el terror, el conformarse con la privación de libertades, elencarcelamiento Perpetuo, y los trabajos forzados, fueron el día a día
de nuestros mundos.
Las rebeliones fueron sangrientas, y millones murieron, para darnos elentendimiento de apreciar los sistemas democráticos imperfectos que
teníamos.
Los dictadores planetarios eran en realidad la cúspide de nuestrospropios odios, que pensábamos eran sutiles, y estaban controlados.
Nosotros ya caminamos el camino que ustedes están ahora
transitando.
Nosotros sabemos dónde termina ese camino que ustedes piensanque tienen plenamente controlado.
La división engendró odio.
Ustedes no son conscientes, que, para avanzar como civilización,
deben hacerlo todos juntos, amándose y protegiéndose los unos a losotros.
El único requisito, para entrar a la tierra prometida, es hacerlo todos
juntos, y no unos pocos, que piensan que tienen la verdad absoluta,
que los hace mejor que el resto de sus hermanos terrestres.