y todos, unos con otros,
rebosaban relucientes
mil sones sutiles y ardientes
en blues, en saxos, en canciones.
Recuerda cómo a las dos
y más tarde, a las tres, y mucho más
recogiditos los dos
decíamos adiós a un mundo
innecesario en el nuestro.
Y allí puestos, al servicio del secuestro,
la exaltación, y un único tumulto,
un anciano rito,
y un mito... y una balada.
Los dos ya han muerto.
Nadie detuvo la razón.
Y el final llegó tan presto
que maldigo el galardón.
rafael del moral aguilerahpr1tm
(Rafael del Moral AguilerahPR1Tm)
#1