En algún sitio allá arriba está mi hogar, espero esté bien y mi sol aguante un poco
más.
Al llegar al centro de control me siento fuera, espero a Brandon y Estela que están
dentro, la gente aquí está muy agitada.
¿Me pregunto si los humanos viven para trabajar o trabajan para vivir?
Creo que sin saberlo son esclavos de ese monstruo que ellos mismos han creado.
Siento curiosidad al notar unas pantallas donde se ven muchas cosas, pregunto y
me dicen que esas sucedían en todo el mundo.
Veo hombres y mujeres luchando unos con otros, hambre, dolor, sufrimiento.
Observo preocupado como ensucian y destruyen su mundo sin temor al futuro que
dejarán para sus hijos.
Aun así, diseñaron estas instalaciones para explorar el espacio, en lugar de
esforzarse por sanar las heridas de su hogar. Eso es algo que no van a encontrar en
las estrellas.
Ellos piensan que este lugar es suyo y que pueden hacer lo que quieran de él, no
entienden que si su planeta quisiera podría borrarlos de la superficie y seguir
existiendo. Mi esperanza es que algún día aprendan a cuidar las cosas que
verdaderamente importan.
En la estación existe un lugar muy tranquilo, le llaman capilla. Cuando muchos de
ellos tienen problemas o desean algo, se arrodillan y le piden ayuda a alguien en el
universo. Luego cuando todo pasa u obtienen aquello que tanto querían, algunos
dejan de hacerlo.
¡No entiendo cuál es el punto!
¡Que no veamos algo, no significa que no exista, mi mundo no se observa en el
cielo y aun así aquí estoy!
¡Al fin! Salen Brandon y Estela.
¡Justo a tiempo!, ¿Disfrutaste tú paseo?