Interior n47 issuu

(revistasoberaniaalimentariayRiHoK) #1
producto. Y sobre las personas que hay detrás
de ese trabajo, igual que tenemos un dentista de
confianza, ¿por qué no tener nuestras y nues-
tros «alimentadores» de referencia? La presencia
de más información crítica desde la infancia,
en todos los sectores en los que la alimenta-
ción está presente, potenciaría un consumo
más crítico y responsable. En este sentido, hay
que hacer incidencia en lo público y lo privado,
hacen falta compromisos institucionales y de la
sociedad civil.

Comenzamos a soñar
Imaginamos una red informal de personas
productoras que sirva para cooperar, compartir
recursos, estrategias y conocimientos. Con una
estructura abierta y flexible, tal vez con nodos
territoriales o sectoriales interconectados, pero
que no genere superestructuras. Una red que
incentive encuentros rotativos en fincas, encuen-
tros formativos y de reflexión. Que promueva tra-
bajos de apoyo mutuo y participe en otros posibles
foros o acciones de creación conjunta. Que pueda
tener incidencia política y genere mayor impacto
en la sociedad civil y que cuente con personal téc-
nico. Y que se conforme de una masa crítica entre
personas productoras.
A través de esta red y en contacto con la socie-
dad civil y las instituciones, trabajaremos en
proyectos que den respuestas a otras necesidades
detectadas, como mercados que se salgan de lo
convencional, y que aporten, además de puntos
de venta, talleres formativos, puestos de divul-
gación y sensibilización, degustaciones, catas...
Situaríamos en un mapa de la provincia a las

empresas que desarrollan producción agroeco-
lógica, como un recurso útil a la hora de buscar
información y apoyos. Pondríamos en marcha
centros logísticos de acopio y venta. Cabría la
posibilidad de realizar la comercialización con-
junta para optimizar las rutas de transporte
de alimentos, compartir medios y minimizar el
impacto ambiental.
Pensamos en elaborar un catálogo de produc-
tos conjunto y presentarlo a hostelería, servicios
de catering u otras empresas alimentarias. Incluso
en abrir canales a la compra pública de las insti-
tuciones en las que está presente la alimentación.
Para ello, haríamos un estudio previo de la capa-
cidad productiva de la red y de la demanda que
somos capaces de asumir. La sensibilización a las
personas consumidoras y el reconocimiento del
producto local es el camino.
Hablamos de impulsar la agroecología, de
recuperar la soberanía alimentaria, y hemos
recogido multitud de ideas; pero, ¿cuál será el
recorrido a seguir?

Recuperar las huebras y
cohesionar el grupo
Comenzamos a trabajar en posibles acciones.
La energía del grupo se torna un poco más tímida,
las posibilidades de las personas asistentes para
involucrarse en acciones futuras son limitadas,
pero una iniciativa que se ve respaldada es la
de recuperar las huebras, jornadas de trabajo
de apoyo mutuo. Cuando un proyecto convoca
una huebra, los demás acuden en su ayuda para
realizar las labores que se demanden de forma
colectiva. En una jornada de trabajo colectivo se

Fotos: Asociación Ábrego

Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y culturas #47


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