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DISPAROSde mis fotos transmiten un estado de ánimo
similar: casi una sensación de estar mirando
algo que no te incumbe, pero sin querer
apartar la vista. Es como observar la vida
de otra persona a través de una ventana.Tu serie fotográfica inspirada en “Pure
Heroine” fue fenomenal. ¿Cómo creaste
los conceptos de la sesión fotográfica
para las canciones que elegiste?Gracias. Todo el proceso fue bastante
natural. He estado escuchando Pure
Heroine de Lorde durante casi 5 años, así
que conocía todo el álbum por dentro y por
fuera. Utilicé el estado de ánimo y el sonido
de cada canción para influir en cada foto:
por ejemplo, los sintetizadores estridentes
de Tennis Court me hicieron pensar en una
iluminación dura, mientras que la muy espa-
cial y oscura Buzzcut Season me recordó a
los viajes nocturnos en autobús y a las luces
de color verde con las que estaba tan fami-
liarizada. También utilicé como modelos a
personas con las que he pasado los últimos
años. Me resultó fácil sentirme cómodo
con ellos y eso hizo que cada una de las
imágenes fuera aún más especial para mí.La imagen con la que más me costó fue Un
mundo solo. Quería que fuera un autorre-
trato, porque el álbum es muy importante
para mí mientras crecía y esa canción en
particular fue mi favorita durante mucho
tiempo. También era la última imagen de la
serie, así que quería que fuera memorable.
La fotografié 4 veces diferentes con 4
personas distintas. Había completado toda
la serie, pero esa foto seguía sin gustarme.
Después de la tercera sesión (sin incidentes),
volvía a casa de muy mal humor, sabiendo
que se acercaba la fecha límite del pro-
yecto y que no iba a tener una imagen con
la que estuviera satisfecho. De repente, un
enorme manto de niebla cubrió la calle por
la que conducía: parecía algo sacado de
una película. Llamé al instante a mi amiga
que vivía cerca, le dije que estaría allí en
dos minutos y tomé una única foto en el
exterior de un instituto cercano. Acabó
siendo una de mis favoritas de la serie.