—No se preocupe, señor Caluti. —El chico también le extendió la
mano y se dieron un apretón—. Ahora ya estoy mejor.
Magnus, Lucas y Lu, los observaban con sus rostros más tranquilos.
Después de eso, Caluti sacó un control de su bolsillo, y extendiendo su
brazo en dirección a la pared vacía, presionó uno de los botones. La pared
se abrió automáticamente causando asombro en los chicos por lo que
estaban contemplando. Se exhibían tres trajes negros sobre el muro.
—Estos trajes son a prueba de fuego, y están equipados con la
tecnología más avanzada —dijo Caluti.
—¡Guaau! —exclamó Lucas sin poder contener la emoción.
—Me gusta tu entusiasmo, muchacho. —El magnate se acercó a los
hermanos—. En el caso de ustedes, tengo una buena noticia, ya no tendrán
que aplicarse químicos para la nivelación de su temperatura corporal.
Los rostros de los gemelos denotaban alegría y les brillaban los ojos
con ansias. Él continuó hablando.
—Estos trajes tienen la función de regular la temperatura de sus
cuerpos para que se mantengan fríos, tal como ustedes están
acostumbrados.
—¡Genial! —gritó Lucas mientras que Lu simplemente sonreía
intentando ocultar la emoción.
—Otras funciones del traje... —Magnus tomó la palabra, presionó
un control, y desde el botón ovalado en el centro de la mesa se proyectó una
pantalla holográfica. En el holograma se veían los trajes en 3D con sus
respectivas características—. Son la impermeabilidad y la absorción de
rayos plasma para su uso reflectivo; lo que significa que quienes los
disparen recibirán el doble del daño...
Los tres miraban la pantalla flotante con mucho asombro. Caluti
tenía los brazos cruzados y la expresión seria. Magnus continuó.
—Están hechos de un material llamado grafeno. Los trajes son
elásticos, pero si presionan el botón que ven a la altura del pecho, estos se
transformarán y adquirirán una textura sólida.
En ese momento Caluti interrumpió a Magnus y tomó uno de los
trajes de la pared.