EUMARIA

(AV) #1

—¡Por el amor del Santo Raxan, Robert! Yo no quiero verte así.
Cada vez que voy a visitarte te encuentro en un pésimo estado —reclamó
Belton.


Después de pensar mucho, Cleman tragó saliva, miró la foto de su
esposa y su hija, y dijo: está bien, Belton... tomaré el caso.


—¡Eso es lo que quería oír! —Él envió todos los datos necesarios al
celular del detective Cleman—. Dirígete a la universidad Atle. En este
momento el chico debe estar en su habitación. Te envié una foto suya. Es
hijo del millonario Arturo Caluti.


—Puff... Otra vez otro niño rico de papi... —Cleman llevó la mano a
su nuca, rascándose y denotando disgusto—. De acuerdo, iré de inmediato.
Te avisaré una vez que llegue al lugar.


Fue al baño y se lavó la cara, arreglándose la barba y el bigote.
Luego de eso tomó su placa de la mesa y se colocó el sombrero, cogió la
foto que estaba pegada al refrigerador y la metió en su bolsillo. Después de
hacer eso, se colocó el saco y salió rápidamente rumbo a la universidad.


Ya estando en Atle, acompañado de un oficial enviado por su amigo
Belton, se contactaron con el director del instituto. Este a su vez fue avisado
por unos docentes que Morgan se encontraba en la enfermería, y le
comentaron que llevaba cargando a una chica entre sus brazos. Al llegar al
sitio, el director se sorprendió bastante al ver a Morgan lleno de sangre, y
más grande fue su sorpresa cuando escuchó decir a las enfermeras que
Bárbara había muerto.


Morgan huyó gritando que era inocente. Robert intentó correr tras
él, pero como no estaba en óptimas condiciones físicas, empezó a cansarse.
Al cabo de unos minutos, solo veía a la silueta de Morgan alejándose entre
la multitud, mientras que el otro policía lo perseguía. Cleman, jadeando y
con la vista borrosa, reposó ambas manos sobre sus rodillas e inclinó la
cabeza. Él realmente no esperaba que las cosas se complicaran tanto, sin
embargo, al observar sus gotas de sudor cayendo al suelo, comenzó a
quejarse.


—¡Demonios!, si seguimos así... este será un caso sin resolver.
Mientras tanto el policía tomó su radio y comenzó a hablar.
Free download pdf