EUMARIA

(AV) #1

Morgan cayó de rodillas al ver lo ocurrido. No podía creer que
alguien pudiera ser tan cruel.


—Síganme —ordenó ella secamente mientras cruzaba al lado del
joven de cabello gris.
—Va... Vamos, amigo —dijo Samuel, ayudándolo a incorporarse.
Ambos chicos tosían y se tapaban la boca con mucho miedo.
Morgan pensaba que esa chica era un monstruo. Caminaron por un largo
pasillo de paredes blancas, el cual tenía muchas puertas a ambos lados. De
repente, Esmeralda se detuvo y abrió una de ellas.


—Aquí es... Llegamos.
Era una habitación del tamaño de un pequeño baño. Estaba llena de
artículos de limpieza y había estantes en las paredes, con muchas cajas
sobre ellas.


—¿Esto es... un cuarto de limpieza? —preguntó Samuel.
—No en realidad.
Ella tomó de nuevo el control y pulsó otro botón. Inmediatamente el
suelo de la habitación se abrió, dejando ver una escalera secreta, cuyos
peldaños conducían a un subsuelo por medio de un túnel diagonal. Los
chicos se miraron confusos el uno al otro. De pronto escucharon a la chica
gritar desde abajo con cierto eco en su voz.
—¿¡Se quedarán ahí todo el día!?... ¡Avancen!
Ambos bajaron poco a poco y escucharon cómo la puerta del techo
se cerraba sobre ellos. La escalera estaba alumbrada por luces tenues de
color naranja, adheridas a ambos lados de las paredes de hormigón. Cuando
llegaron al último peldaño, avanzaron por un pasillo de unos veinte metros
hasta alcanzar una puerta. La entrada tenía una pantalla táctil a su lado,
mostrando un teclado numérico en su interior.


Esmeralda pulsó varias veces unas teclas, y la puerta se abrió al
instante. Una sala de operaciones de color plateado se revelaba ante sus
ojos. Esta tenía unos cincuenta metros cuadrados, y en cada esquina de la
habitación se veían maquinarias y artefactos de todo tipo.
También se podían observar casilleros metálicos pegados a los
muros. En la pared central se extendía una enorme pantalla que contenía

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