—El modelo N.5 aprobó satisfactoriamente cada una de las pruebas
a las que fue sometido.
El que habló era un hombre de cabello blanco, de unos setenta años.
En su mano flotaba una pantalla holográfica azul; con datos y números en
ella. Morgan lo miró pero no lo conocía, aunque sí reconoció al hombre que
estaba parado a su lado; era su padre Arturo Caluti. Ambos se encontraban
en una habitación blanca repleta de todo tipo de pantallas y aparatos en las
paredes.
—Excelente. Morgan es nuestra única esperanza. —Caluti lo miraba
sin saber que el chico lo estaba escuchando—. Es una lástima que los otros
cuatro modelos no hayan desarrollado la regeneración de manera natural.
Tendremos que inyectarles la nueva sustancia C-92v2. Aunque
lamentablemente ese suero es menos efectivo.
El chico los miraba con desesperación, entendiendo que era verdad
lo que Esmeralda le había dicho. Comprendió que su padre hacía
experimentos con él. Morgan intentó moverse mientras los escuchaba
hablar, pero no tenía control sobre él; su cuerpo no respondía.
—Doctor Magnus. ¿Cómo está Cabello de sangre?
—El modelo N.4 se halla en perfectas condiciones. El chico va
constantemente a las maras buscando al asesino de su hermana.
—Entiendo. Entonces creo que ya se acerca el momento de liberar
al violador; tenerlo tantos años aquí encerrado... ya me hacía perder la
paciencia —expresó Caluti seriamente.
—No te apresures, Francis. Dentro de unos meses el joven Kun
llegará al máximo de sus capacidades. Incluso será igual de fuerte que el N.
5.
¿Francis?... ¿Quién es Francis?
—Por cierto, hay algo que debes saber... —dijo Magnus pulsando
unos botones en su pantalla.
Inmediatamente salió proyectada la imagen de un cerebro humano,
la cual mostraba ambos hemisferios detalladamente.
El doctor continuó hablando.
—Como constantemente hemos estado borrándole la memoria al
modelo N.5, eso provocó que su cerebro se fragmentara y desarrollara una