Él continuó hablando.
—Durante estos últimos tres meses he dispersado a todo mi personal
por la isla. Ellos se han infiltrado en canales de comunicación, en
hospitales, en agencias de limpieza, de seguridad... entre otros sitios.
Caluti miró a la mujer, y como si le ordenara algo solamente con la
mirada, chasqueó los dedos y apuntó hacia las cajas corredizas de la pared.
Ella asintió e inmediatamente caminó hasta la taquilla metálica. Deslizó una
de las cajas y sacó unas prendas envueltas en bolsas transparentes. La mujer
cargaba en sus brazos varias ropas dobladas, y de repente caminó hacia
Lucas.
—Muchacho, toma el traje negro que te acercó mi asistente. Te
infiltrarás como parte del personal de seguridad; ya he movido mis
influencias para que resguardes la entrada del salón en donde los pilares