orgulloso, se acercó al gigante y apoyó la mano sobre su lumbar, diciendo:
chicos, les presento a Nordok; él es un orain proveniente de la región de
Astoriu.
—Mucho gusto —expresó el titán haciendo una pequeña reverencia
a los presentes. Luego, acercándose a la asistente de Caluti, la saludó—:
Hola, señorita Návila... Me alegra verla tan hermosa y radiante como
siempre.
—Hola Nordok, tanto tiempo —dijo ella con una amable sonrisa.
La voz del Orain era similar al rugido de un león, de hecho, fue lo
suficientemente imponente como para que a Kun se le erizara la piel.
Todos estaban boquiabiertos.
—No se dejen intimidar por su apariencia. A decir verdad, Nordok
es un joven bastante bueno. Lo rescaté hace quince años cuando hacía una
expedición secreta cerca de los muros de Astoriu. Ahora el chico tiene
diecinueve años y casi nadie sabe de su existencia, pero deben entender que
hay más titanes como él.
››Los habitantes de esa región sufren algo llamado “acromegalia”, lo
que hizo que la glándula pituitaria produjera un nivel muy elevado de la
hormona del crecimiento. También padecen “esclerodermia”; he ahí la
razón de esas pieles tan duras y resistentes como la de los caimanes.
—Espero que nos llevemos bien —expresó él con la voz rugiente.
—Siento haberle ocultado esto, doctor Magnus —dijo Caluti
mientras el viejo observaba a Nordok con mucho miedo.
—Francis... ¿Qué demonios... es esto?
—Tranquilo, doctor. Este coloso es mi carta del triunfo. Les diré mi
plan maestro; Kun se disfrazará de instalador profesional de aires
acondicionados. Él transportará a Nordok hasta la azotea del edificio.
››Nuestro titán estará dentro de una caja de gran tamaño, en donde
supuestamente habrá un condensador industrial esperando ser instalado.
Una vez arriba... Nordok hará lo que yo le ordene.
Caluti caminó hasta Kun, luego colocó su mano sobre el hombro del
chico y sonrió. El pelirrojo lo miró, cambiando su expresión de miedo a una
que transmitía firmeza. Él decidió confiar en sí mismo y en su fuerza.