—¡Sí lo soy! —gritó Boldort, furioso. El rostro se le enrojeció de la
rabia, y añadió—: ¿¡Por qué crees que desarrollé este proyecto hace unos
años!? ¡Lo hice para que esas personas pudieran recibir una vida digna!
››¡Pero la revolución que buscas no es el camino correcto!
¡Únicamente a través de la política cambiaremos las cosas! ¡Solo recuerda
lo que sucedió con Suria y Kev...
El magnate disparó haciendo un agujero en la pared, cuyo proyectil
pasó a centímetros del rostro de Boldort.
—¡¡No te atrevas a mencionar sus nombres!! ¡Tú no tienes derecho!
—exclamó Caluti cada vez más alterado, teniendo los ojos rojos y aguados.
El Raxán quedó helado del susto. Era la segunda vez en dos días que
estuvo al borde de la muerte, de hecho, todavía salía humo del cañón del
arma. Caluti comenzó a hacer preguntas con el ceño fruncido.
—¡¿En verdad crees ciegamente en la política?! ¿Acaso lograste
algo con eso?! ¿¡Has visto algún cambio en la actitud de estos corruptos?!
››¡¡Todos votaron en contra de tu maldito proyecto de mierda!! Si he
matado al emperador... ¡Ha sido por causa de su inoperancia y debilidad!
Boldort agachó la cabeza, avergonzado, sabiendo que ya no podía
refutar las palabras de Caluti. Este continuó con su discurso.
—Además, tú no eres mejor que yo. Veo que ahora llevas un parche
en el ojo. Al parecer el bolígrafo que te clavé ese día no fue suficiente
castigo.
››¡Tú dejaste que mataran a Suria y a Kevin! ¡Al igual que
permitiste que esos traidores se deshicieran de mí!
—Francisco, después de lo que ocurrió ese día... ¿Qué más podía
hacer? Yo estaba destrozado —El Raxán se veía cabizbajo y rendido—.
Pensé que habían matado a mi mejor amigo. ¡Ya no pude hacer nada!
Todos estaban escuchando la conversación; Návila y Esmeralda lo
hacían desde el piso de abajo, mientras que Kun y Nordok oían desde la
azotea. Lu estaba observando desde los ductos, y Lucas escuchaba desde el
pasillo. Magnus, por su parte, oía todo desde la furgoneta.
—¡¡Pudiste haber vengado mi muerte!! ¡Pero no hiciste
absolutamente nada! Por eso yo mismo acabé con ellos. Ahora