Las manos del camarógrafo no paraban de temblar por el miedo que
sentía al ver semejante atrocidad cometida ante sus ojos. Debido a eso el
lente de la cámara vibraba durante la transmisión. La sangre de Celia había
manchado completamente esa zona de la azotea.
También la periodista cayó de rodillas al presenciar aquello. Ella,
horrorizada, se cubrió el rostro con las manos mientras deseaba que lo
vivido fuera solo una simple pesadilla. Los policías quedaron
desconcertados al ver el cuerpo de la gobernante envuelto en un charco rojo
y viscoso. Estos no tardaron en murmurar entre ellos.
—El señor Caluti se volvió completamente loco.
—Sí. Él es tan... despiadado.
—¿Qué es lo que pasará ahora?
—No lo sabemos... Todo es muy confuso.
Morgan observaba la escena seriamente, tenía el ceño fruncido y
miraba en dirección a su padrastro. El magnate arrojó la cabeza de Celia al
precipicio, logrando desatar una gran conmoción en las calles de alrededor.
—¡¿Qué demonios acaba de hacer?! —gritó Kun todavía de rodillas,
y más furioso que sorprendido.
—A este paso... —Lucas se tapó la boca con mucho asco y náuseas
—. ¡Juro que vomitaré todos mis órganos!
Lu permanecía en silencio, intentando digerir y asimilar toda la
situación. El gemelo miraba hacia los desorientados policías, tratando de
formar un plan en su mente. Este quería detener a Caluti a como dé lugar, y
terminar así con toda esa locura. El joven razonaba en su mente.
Definitivamente el señor Caluti está fuera de sí en este momento; es
posible que ya no nos esté prestando atención, así que ahora sería el
momento ideal para contraatacar. Si Kun se dispusiera a hacerlo, a Juzgar
por su velocidad, y considerando el estado emocional de los agentes, sé que
ninguno sería capaz de detenerlo. Sin embargo, el principal problema es...
Él llevó la mano a su pecho, entonces concluyó en voz alta.
—El problema... son estas bombas que tenemos dentro.
El pelirrojo se incorporó y se acercó a Lucas para ayudarlo a
levantarse. Morgan todavía estaba en silencio y con la mirada seria.
Lu, al ver a sus amigos, pensó.