DEL MUNDO ANTIGUO [EL ORIGEN], por Fabio Raxán. Ese título
definitivamente lo atrajo muchísimo, así que lo comenzó a leer.
—Oye, Lucas... ¿Cómo lo haces? —preguntó Kun tornándose serio
nuevamente.
—¿Eh? ¿Hacer qué cosa?
—¿Cómo haces para estar tan tranquilo en un momento como este?
—El pelirrojo suspiró y miró al gemelo con una sonrisa desconsolada—.
¿Sabes?... Desde que te conocí siempre admiré esa parte de ti. Incluso
tienes tiempo para bromear en situaciones críticas... Eso es algo que yo no
podría. ¿Cómo lo haces?
—¡Ah!... ¡Te refieres a eso! —contestó Lucas reposando su
antebrazo sobre el hombro de Kun. Entonces explicó—: Mira, amigo, hay
personas que prefieren llorar en situaciones críticas, mientras que otras
eligen reírse de los problemas... ¡Porque llorando no se soluciona nada!
—Eres realmente admirable, viejo —comentó Kun con sinceridad.
Al oír eso, Lucas borró la típica sonrisa de su rostro y cambió
completamente su semblante. Él observó la alfombra roja, y al final soltó un
largo suspiro.
—¿A quién quiero engañar? Yo... simplemente lo hago para tapar
mis debilidades.
—¿Cómo? —preguntó el pelirrojo muy sorprendido.
Lucas seguía mirando la alfombra sin sonreír.
—A diferencia de Lu, yo no tengo ningún talento. Siempre fui algo
torpe, por eso intentaba tapar mis flaquezas haciendo bromas a los demás.
Los del cuartel secreto ya me conocían bien, de hecho, en varias ocasiones
fueron víctimas de mis travesuras.
››Siempre quise animar el ambiente, pero hoy conocí un nuevo
aspecto de mí, una faceta que nunca antes había visto; exploté de rabia y
pateé a Caluti en sus costillas. En ese momento simplemente no pude
controlarme, y ahora me da miedo pensar que fui capaz de hacer eso.
Kun presionó sus puños con furia mientras recordaba lo de la
azotea. Lucas siguió hablando con una seriedad atípica.
—¿Sabes algo? Siempre creí ser alguien seguro de mi identidad,
creía conocerme bien a mí mismo, pero a decir verdad... no sé quién podría