Lu inmediatamente le codeó en las costillas para que se callara.
—¡Auch! —Se quejó él.
—Te lo mereces —comentó Kun mientras limpiaba sus lágrimas.
—Amigo... ¿Estabas llorando? —preguntó Lucas.
—¡No!... ¡Solo me entró arena en los ojos! —contestó el pelirrojo
frotándose y yendo al baño.
—¡No digas eso cerca de Lara o lastimarás sus sentimientos! —dijo
Lucas burlándose de Kun.
—¡Es un maldito robot!... ¡No tiene sentimientos! —Le respondió el
joven carmesí desde la puerta del sanitario.
Morgan escuchó a Cloe en silencio. De pronto miró hacia la entrada
y observó a Abigail.
—También vino ella —susurró el limario.
—Hmmm sí... —Cloe se puso de pie rápidamente y se secó las
lágrimas—. Creo que debes hablar con Abi. Ella se volvió loca cuando
despertó y recordó que estabas aquí.
—¿Despertó?
—Es que... ambas nos desmayamos —comentó ella con un poco de
vergüenza.
Abigail se acercó temblando y con lágrimas. La chica, cuando
estuvo a un metro de él, se limitó solamente a saludarlo.
—Hola, Morgan..., tanto tiempo.
El joven le regaló una amable sonrisa.
—Hola, Abigail... Me alegra mucho saber que tú y tus padres están
b...
Antes de que terminara la oración, ella se lanzó sobre él y lo abrazó
con todas sus fuerzas. Entonces empezó a llorar con mayor vehemencia.
—¡¡¡Pensé que nunca más te volvería a ver!!!
—Bueno... Estoy aquí ahora, y eso es lo importante —respondió
mientras frotaba cariñosamente la espalda de la chica.