Dos años después, Lucas y Abigail hicieron oficial la fecha de su
casamiento, el cual se celebró en la ciudad de Tartanas. Todos sus amigos
asistieron al compromiso; unas cincuenta personas en total. Su primogénito
ya había nacido para esa fecha, y lo nombraron Zilak en honor al abuelo del
niño.
Morgan solía visitar a sus camaradas cada cierto tiempo, pero luego
desaparecía de sus vidas sin dar explicaciones, reapareciendo solamente por
unos cortos periodos. Nadie sabía lo que el limario hacía o a qué se
dedicaba. Habían transcurrido varios meses desde la última vez que los
visitó. Por esa razón, en la fiesta nocturna posterior a la boda, todos se
sorprendieron al verlo entrar por la puerta del recinto.
Él todavía tenía el cabello largo y atado, y aunque siempre se
caracterizó por ser una persona a quien no le importaba mucho su aspecto
físico, este llegó al lugar con una barba y un bigote bien prolijos y aseados.
Incluso se tomó la molestia de vestir un elegante traje negro para la ocasión.
—¡Morgan! —exclamó Cloe corriendo emocionada hacia él y
abrazándolo con fuerza.
—Hola a todos —dijo sonriendo y saludando con la mano.
Lucas, Lu, Abi, Cleman y los demás también fueron a saludarlo.
—¡¿Qué pasó de ti, hermano!? —preguntó Lucas muy animado.
—Ya eres todo un hombre, muchacho —comentó Cleman.
El detective estaba lleno de canas y con el cuerpo en fuera de forma.
—Y tú ya eres un anciano —respondió él colocando la mano sobre
su hombro. Morgan, mirando sonriente a los novios, bromeó diciendo—:
No podía faltar a la boda del camarada que me robó a mi novia.
—¡Tú fuiste el que me dejó! —Le reclamó Abigail defendiendo a su
marido en tanto cargaba a Zilak en los brazos.
El bebé estaba durmiendo, tenía los ojos grises y el cabello azul.
—¡Exacto!... ¡Yo simplemente vi mi oportunidad, y la aproveché!
—comentó Lucas mientras abrazaba a Abi.
—Me alegra verte de nuevo, Morgan —dijo Lu con su habitual
amabilidad.
—A mí también me alegra volver a verte. —El limario hizo una
pausa mirando a las personas de su alrededor—. Y... ¿Esmeralda no vino?