EUMARIA

(AV) #1

Frente a él estaban dos niños idénticos, de cabellos y ojos azules. La
única diferencia era que uno tenía una cicatriz en el rostro debajo del ojo
izquierdo. El magnate se acercó a ellos, y dijo: chicos, mucho gusto, yo soy
el señor Arturo Caluti, pero pueden llamarme Arturo. ¿Ustedes cómo se
llaman?


—Yo soy Lucas —dijo el chico de la cicatriz.
—Y... yo soy Lu —expresó su hermano.
—Encantado de conocerlos.
Caluti extendió sus brazos, colocando sus manos sobre la cabeza de
cada uno. Él les preguntó en voz baja: ¿quieren ser súper héroes?


A los niños les brillaron los ojos cuando escucharon eso, y
asintieron emocionados. Caluti los llevó a la farmacéutica. Ellos fueron los
modelos uno y dos. Esmeralda era la N.3. El cuarto fue Kun y, finalmente,
Morgan fue el soldado número cinco. Cada uno de ellos tenía una habilidad
particular; la resistencia al frío de los hermanos de hielo, la inteligencia de
Esmeralda, la fuerza y brutalidad de Kun, y el poder escondido dentro de
Morgan.


Todos ellos recibieron entrenamientos militares en combate cuerpo a
cuerpo. Los más fuertes, sin embargo, eran Kun y Morgan. Caluti siempre
se preguntó quién de los dos ganaría en una pelea. Ninguno de los cinco se
conocía entre sí. Cada uno fue criado en un subsuelo diferente de los diez
pisos de la farmacéutica. Para el 519, Morgan tenía veintiún años, Lucas y
Lu poseían veinte, Kun cumplió los diecinueve, y la edad de Esmeralda era
de dieciséis años.


Ya faltaba poco para que pudieran realizar su primera misión, la cual
consistiría en atacar la sede central del gobierno ubicada en Paronia. Sin
embargo, la sustancia C-92v2 todavía no estaba lista. Ese químico haría que
sus cuerpos se regeneraran diez veces más rápido.


Cuando los gemelos crecieron cambiaron el uno del otro. Lucas se
volvió robusto y bastante alto; de 185 centímetros y con el cabello
relativamente corto en comparación con el de su hermano Lu, quien,
aunque también era alto, como de un metro ochenta, su contextura era
delgada y tenía facciones femeninas. De hecho, los del cuartel solían

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