EUMARIA

(AV) #1

esa razón se levantó apresurado ignorando la mano del estudiante, y
después de hacer eso, salió con prisa del lugar.


Corrió en dirección a su habitación sin poder creer lo que estaba
pasando. Todo se tornó un infierno en poco tiempo. ¿Cómo sucedió? ¿Qué
fue lo que ocurrió ese día?, pensó. Morgan corría cada vez más rápido, y
por cada segundo que pasaba se le hacía más difícil respirar; le faltaba aire
y sudaba mucho. De repente, sin darse cuenta, llegó a la puerta de su
habitación. Le temblaba todo el cuerpo y miraba fijamente la entrada de su
cuarto. Quería estar solo, las miradas de sus compañeros lo habían
intimidado como nunca antes.


Metió con prisa la mano a su bolsillo para buscar la llave. Le
costaba mucho mantener el equilibrio de sus dedos. Como pudo, con su
mano derecha introdujo la llave por el cerrojo, y con la izquierda cogió la
manija, pero al mover levemente la llave, se percató de que la cerradura no
estaba asegurada. Miró paranoico en ambas direcciones del pasillo, pero
este se encontraba vacío. Morgan estaba seguro de que había asegurado la
puerta antes de salir. Definitivamente parecía que alguien había ingresado a
su habitación mientras él se encontraba afuera.


Entró lentamente a su cuarto, y de pronto su pulsera sonó
causándole un gran susto. Todavía con miedo, presionó el reloj y de este
brotó un holograma. Al observar la pantalla azul, se alivió un poco al ver
que era una llamada de Caluti.


—¡Hijo! ¡Me enteré de lo sucedido! ¿Dónde estás?, ¿te encuentras
bien?


El chico empezó a llorar al escuchar la voz de su padre, y se
desmoronó lentamente cerca de su puerta. Luego se sentó y apoyó su
espalda en la pared con forma de ele.


—¡Padre, es una pesadilla! ¡Los chicos... mu... murieron!
—Lo sé hijo, ¡cálmate! Iré para allá y te traeré a Gani. No creo que
sea seguro para ti. Ahora posiblemente eres el único sospechoso.


Al oír eso comenzó a llorar cada vez más, incluso le empezó a
apretar mucho el pecho. Aun así, se levantó como pudo y caminó unos
pasos atrás de la pared. Todavía se escuchaba la voz de Caluti en la pantalla

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