"Los Raxanes", "Los del cabello dorado", "Los héroes de la
restauración"; esos solamente eran algunos de los muchos nombres que les
fueron atribuidos. Habían sido ellos, después de todo, los que según los
libros de historia, condujeron a la restauración del continente. Habían sido
ellos quienes establecieron el sistema de gobierno de Eumaria, el cual se
basaba en una oligarquía hereditaria. La nación se encontraba únicamente
gobernada por los Raxanes. Ellos eran considerados los poseedores de las
mentes más capaces, cuyos intelectos estaban por encima del resto de los
mortales. Por lo menos esa era la imagen que el pueblo tenía de ellos.
De aquel prestigioso linaje se podrían mencionar a varias personas
sobresalientes, de entre ellas, al científico y posteriormente precursor de la
paz: Xander Raxán I. Los libros relataban que ese hombre provenía de una
tierra llamada Europa. Se relataba que Xander había emigrado a
Sudamérica, un antiguo continente cuyo nombre posteriormente sería
cambiado a Eumaria. La nueva tierra obtuvo ese título al unir los nombres
históricos de ambos continentes.
La historia también relataba que Xander Raxán construyó un mega
búnker bajo tierra con la ayuda de muchos empresarios. Lo hizo con el fin
de poder albergar a cientos de miles de personas. La construcción se realizó
casi en el centro mismo de Sudamérica. El proyecto inició cuando él solo
tenía veinte años. En ese tiempo los rumores de guerra eran constantes.
Al final lograron terminarlo después de veinte años. Justo en ese
momento estalló la incontenible y última gran batalla. Ese conflicto bélico
significaría un antes y un después de todo lo que conocían. Xander ya era
mucho más adulto cuando la guerra inició. Con cuarenta años de edad, él
fue testigo de cómo las superpotencias de ese entonces se enfrentaron entre
sí.
El búnker era prácticamente una ciudad subterránea. Allí se enseñó
un solo idioma, lo cual fue un reto demasiado difícil debido a la
multiculturalidad y diversidad racial. A los niños que nacieron después del
terrible suceso, se les narraba a modo de cuento infantil que la lucha entre la
gran águila del norte, el imponente dragón asiático, y el temible oso
euroasiático, produjo un exterminio masivo en el exterior.
La guerra duró diez años, sin embargo, las consecuencias que esta
produjo, ocurrieron de forma paulatina. No salieron a la superficie hasta