después de cuarenta años. Se formaron familias enteras. Muchos murieron y
muchos otros nacieron. Durante ese lapso estando bajo tierra, recibían las
enseñanzas de Xander y de otros sabios.
Esos eruditos impartían clases con énfasis científicas y éticas.
Intentaron desechar todo lo malo que dejaron sus predecesores y aplicaban
solamente lo que les parecía correcto. Así estuvieron por cuatro décadas
resguardándose bajo tierra, y cuando llegó el momento de salir a la
superficie, su líder lamentablemente murió.
Xander ya era anciano, por esa razón nunca pudo ver cómo quedó su
mundo después de la guerra, pero sí lo hicieron sus hijos y los hijos de sus
hijos. El hombre hizo una petición a sus descendientes antes de partir; en su
lecho de muerte les pidió que siempre escogieran a gente sabia para
gobernar, pues él estaba muy en contra de que solo un puñado de personas
liderara por demasiado tiempo. Sin embargo, los suyos no siguieron su
consejo y su linaje siguió acumulando el poder.
De esa forma se convirtieron en los líderes absolutos durante los
siguientes 519 años. Hasta esa fecha todavía se conservaba una estatua de
Xander Raxán en el corazón del nuevo continente. La estatua se encontraba
ubicada en la ciudad boscosa de Astoriu, específicamente en la entrada de
lo que alguna vez fue el búnker. Para ese entonces la fortaleza ya se hallaba
abandonada por cientos de años, y su acceso estaba prohibido por motivos
de seguridad. Sin embargo, los líderes viajaban hasta allí para
conmemorarlo cada año.
Ese lugar era el único punto seguro de Astoriu. La flora y la fauna
de esa región evolucionaron a tal punto que los animales del lugar eran
demasiado peligrosos para las personas. Las más aterradoras eran las arañas
astoriutas, estas vivían en lo profundo de la región y tenían un tamaño de
ciento veinte centímetros. Los líderes se transportaban hasta allí por medio
de un tren bala flotante, cuyas vías hechas de imanes se construyeron en la
altura de un puente desde la capital.