Expansión - 27.01.2020

(Barry) #1

Opinión


38 ExpansiónLunes 27 enero 2020


E


l pasado 27 de noviembre el


Consejo de Administración


de Adif adjudicó a tres socie-


dades estatales la operación de Alta


Velocidad (AV) española. Es decir,


serán tres Estados de la UE quienes


“compitan” en el mercado “liberali-


zado” del AVE. La teoría económica


es bastante crítica acerca de la capa-


cidad de los Estados para competir


en mercados en donde puede haber


iniciativa privada.


En el camino se han quedado tres


iniciativas privadas españolas (Eco


Raíl, Globalvía y Globalia/Talgo ).


El curioso modelo del Adif consis-


te en dividir en tres “paquetes” los co-


rredores de AV, según el uso más o


menos intensivo de las frecuencias


de circulación, desde el mayor núme-


ro de frecuencias incluidas en el pa-


quete A, a las menores frecuencias de


los paquetes B y C. En todos los pa-


quetes se debía ofertar en todos los


corredores de la infraestructura de


AV (Madrid-Cataluña, Madrid- Va-


lencia y Madrid-Andalucía).


En los criterios de valoración de las


ofertas primaban, una vez superados


los requisitos formales, la cantidad de


circulaciones ofertadas y el tiempo


de inicio de la operación. Para cum-


plir con este importante requisito se


requiere disponer de los trenes y los


equipos correspondientes. Es decir,


quien más circulaciones pidiera y


más pronto dijera que empieza a cir-


cular, más puntos tendría en la valo-


ración. La fecha en la que la UE fija el


inicio de la liberalización es el 14 de


diciembre de 2020, es decir dentro


de un año exacto.


De acuerdo con la adjudicación, el


llamado paquete A, con una necesi-


dad de activos de unos 4.000 Millo-


nes de euros, ha sido ganado por


Renfe (¿habría habido alguien dife-


rente capaz de disponer de ese acti-


vo?).


El paquete B lo ha ganado un con-


sorcio aún no constituido formado


por Ilsa y Trenitalia, la empresa esta-


tal italiana. El activo necesario para


explotar este paquete estaría valora-


do en unos 1.000 Millones de euros.


El tercer paquete, el C, lo ha gana-


do la SNCF, empresa estatal france-


sa. Deberá aportar un activo de unos


350 millones de euros.


De las tres empresas españolas que


han presentado ofertas, EcoRail ha


quedado segunda en los dos paque-


tes a los que optaba, el B y el C, a esca-


sa distancia de los ganadores de uno y


otro. Globalia/Talgo y el fondo de in-


versión que apoyaba su oferta, ha


quedado en tercer y cuarto lugar de


los paquetes B y C mientras que, Glo-


balvía, ha quedado alejada de los pri-


meros puestos.


Para alguien poco familiarizado


con la problemática tecnológica fe-


rroviaria hay que señalar lo siguiente:


L La construcción de un tren nue-


vo requiere un mínimo de dos/tres


años.


L La homologación de las condi-


ciones de seguridad requiere un


tiempo adicional que puede variar


entre seis meses (si el modelo ya exis-


te y ha superado la homologación


principal) y dos años (si es nuevo).


L Para circular por las vías de AV


españolas es necesario disponer del


sistema estándar europeo de señali-


zación, ERTMS. Este sistema hace


posible la llamada interoperabilidad


ferroviaria.


L El sistema ERTMS se compone


de una parte móvil, embarcada en los


trenes, y otra fija adherida a la infraes-


tructura. La línea Madrid-Sevilla ca-


rece de ella y en su lugar dispone de


un sistema específico fuera de servi-


cio.


Ante este panorama, cabe hacerse


las siguientes reflexiones:


L Si realmente se deseaba compe-


tencia real, debería de haberse dado


al menos un plazo de tres años antes


de la liberalización. Esto hubiese ani-


mado, de verdad a la competencia. Al


exigir un solo año sólo pueden ser ad-


judicatarios aquellos que ya operan


trenes y los tienen en propiedad. Ex-


cluyendo toda competencia privada


española.


L Adif ha ignorado la recomenda-


ción de la CNMC para que se permi-


tiera la libre concurrencia a la capaci-


dad potencial de los competidores.


¿Por qué se ha obligado a “estar” los


tres paquetes de forma que se evitara


la libre elección de oferta de cada


concurrente?


L Primando el calendario de inicio


de explotación se propicia el uso de


trenes de segunda mano, sin genera-


ción por tanto de valor industrial


añadido.


L Adif ha evitado valorar en los cri-


terios de adjudicación las propuestas


de innovación.


L ¿Cómo piensa Adif solucionar el


problema de la falta de interoperabi-


lidad de la línea Madrid-Sevilla?



  • ¿Cómo puede explicarse que un


proveedor de trenes, dependiente


comercialmente de uno de los licita-


dores, pueda participar en la licita-


ción? En este caso tampoco se ha te-


nido en cuenta la recomendación de


la CNMC, de que los constructores


estuvieran excluidos.


L El calendario de inicio es un pri-


vilegio que impide la neutralidad de


las condiciones de participación.


L En muchas de las ofertas existen


afirmaciones y compromisos difíci-


les de creer. Se evita valorar la calidad


y la realidad de las ofertas. ¿Va a exis-


tir un órgano externo que vigile que


los compromisos adquiridos serán


cumplidos fielmente?


Por otro lado, queda por ver que el


sistema español evite caer en el “es-


pejismo italiano”. Es decir que el éxi-


to de la liberalización se mida sólo


por la mayor oferta y menores pre-


cios sin tener en cuenta nuevos cos-


tes para los contribuyentes por nue-


vas declaraciones de OSP (Ofertas de


Servicio Público). En el caso italiano


se valoran en unos 300 millones al


año.


Además, Renfe se va a ver envuelta


en una competencia desleal en dos


frentes. Por un lado, con dos compa-


ñías estatales que han evitado la se-


gregación entre la operación y la in-


fraestructura y, por tanto, con unos


costes menores de operación. Y por


otro, con unas compañías también


dependientes del presupuesto esta-


tal, pero en mucha mayor medida. Y


de mucho mayor tamaño. Podrán


practicar una política mucho más


agresiva de precios a costa de sus


contribuyentes.


También el sistema actual de cá-


nones al estar tan sólo basado en uni-


dades ferroviarias, sin incorporar pe-


so, número de asientos, consumo


energético... favorece claramente a


trenes extranjeros sobre españoles.


Finalmente sorprende la ausencia


de reciprocidad en las bases. España


sigue sin poder tener trenes propios


homologados en los países que han


“ganado” en principio la licitación. El


caso de Francia es insultante. Segui-


mos siendo una “isla ferroviaria” por


culpa de su falta de interés y de pudor


en mantener la vía ferroviaria entre


Perpiñán y Montpellier, con un mo-


delo convenciona,l con señalización


y velocidad muy alejada de una línea


de AV. Estas y algunas otras pregun-


tas que surgen, deberían ser aclara-


das por los responsables del proceso,


en orden a garantizar que la liberali-


zación ferroviaria responde a crite-


rios de equidad y transparencia. El


resultado de las adjudicaciones debe


conducir al éxito que los ciudadanos


(contribuyentes y usuarios) esperan:


más oferta y menores precios. Todo


ello sin aumento del coste global.


Liberalización del AVE, inmenso error


Expresidente de Bombardier


Álvaro


Rengifo


L


a vida pasa muy rápido, sobre


todo para las soluciones ima-


ginativas del pensamiento


único. Hace pocos años, todo el


mundo hablaba de la Abenomics, el


plan del primer ministro japonés,


Shinzo Abe, de sacar a su país del le-


targo mediante una triple estrategia:


expansión monetaria, expansión fis-


cal y reformas estructurales. Anun-


ciada en 2012, la Abenomía no sirvió


para nada, y hoy nadie se acuerda de


ella. La economía japonesa sigue es-


tancada, y de cuando en cuando apa-


recen nuevas iniciativas expansivas,


con una elevada tasa de mortalidad y


ningún resultado tangible.


Lo que sí recordamos, al menos


los mayores, es que hace medio siglo


Japón era el milagro económico del


mundo, y se hablaba con naturalidad


de que iba a superar a Estados Uni-


dos por su dinamismo empresarial y


espíritu innovador y competitivo.


Tras un fulgor inicial, la escena se


apagó y, lo que es peor, no sólo la


economía nipona languidece, sino


que su lúgubre panorama amenaza


con extenderse, singularmente en


economías poco flexibles, como hay


tantas en Europa, empezando por la


española. Es lo que el profesor Jesús


Huerta de Soto llama “la japoniza-


ción de la Unión Europea”.


Los fundamentos de ese proceso


guardan una inquietante similitud


en nuestro continente y en las antí-


podas. Los japoneses viven bajo los


efectos de un tóxico cóctel de expan-


sión monetaria, creciente gasto pú-


blico, elevada fiscalidad y mercados


rígidos, que bloquea el crecimiento.


Y, como tantos otros Estados, quie-


ren dejar atrás ese modelo haciendo


lo mismo.


Con el dudoso aval de la teoría


monetaria moderna, que John Gre-


enwood y Steve H. Hanke llaman la


teoría monetaria mágica, se supuso


que no había ningún problema en fo-


mentar una deuda denominada en


moneda nacional y en manos de los


propios japoneses. Bajaron los tipos


de interés y la inflación a cero, o por


debajo, y se hundieron más y más en


el pozo. No animaron la inversión


privada, pero facilitaron la financia-


ción del déficit público. Fueron pio-


neros en la llamada “expansión


cuantitativa” de la moneda y el cré-


dito, deprimiendo artificialmente los


tipos, y llevando la deuda pública al


250% del PIB. Y lo último que se les


ha ocurrido son unas medidas de


“estímulo” con una subida del im-


puesto al consumo del 8% al 10%. La


economía, que creció un 1% en 2019,


se espera que apenas lo haga un 0,3%


este año.


Se parece bastante a Europa, con


políticas semejantes, y el mantra de


que el Banco Central Europeo no


puede hacer más, se ha quedado sin


munición, ahora le toca el relevo a la


política fiscal, etc. Mientras tanto, no


se contiene el gasto público y no se


hacen las reformas liberalizadoras.


Los malos resultados son esperables.


Olvidada ‘Abenomics’


Carlos Rodríguez


Braun


Adif debería haber dado


tres años, al menos, antes


de la liberalización de la


Alta Velocidad Española


Japón se parece bastante


a Europa, con semejantes


políticas y el mantra de


que el BCE no puede más


Un tren de Alta Velocidad Española, fabricado por Talgo, en la estación de Atocha de Madrid.


Europa Press
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