El Mundo - 18.03.2020

(sharon) #1

EL MUNDO. MIÉRCOLES 18 DE MARZO DE 2020
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P R I M E R P L A N O
i

LUCAS DE LA CAL PEKÍN
CORRESPONSAL
La imagen se ha convertido en un
símbolo de victoria: el doctor
Jiang Wenyang acostado sobre
una de las camas del último hos-
pital improvisado de Wuhan. Es
La Foto. En mayúsculas. Y desde
China han procurado que el mun-
do vea a ese médico exhausto y
aliviado después de dos meses lu-
chando en primera línea contra el
coronavirus.
El doctor Wenyang se ha pasa-
do las últimas semanas trabajan-
do en el Hospital Jianghan, situa-
do dentro del Centro Internacio-
nal de Exposiciones de Wuhan.
Uno de los 14 hospitales que se
habilitaron en los estadios y pabe-
llones cerrados del epicentro
mundial de la pandemia para

atender a los pacientes con sínto-
mas leves. A éstos hay que sumar
los dos completos hospitales que
se levantaron de la nada en 10 dí-
as para sofocar el colapso de las
urgencias en Wuhan. La prensa
china los ha bautizado como el
«Arca de Noé».
Con todo, hace 17 años, en el gi-
gante asiático ya se llenaron titu-

lares con ese apodo para describir
al Hospital Xiaotangshan de Pe-
kín, que se construyó en siete días
para alojar a los infectados por el
virus del SARS. Entonces, aten-
dieron allí a 680 pacientes. Sólo
ocho murieron. Por ello empeza-
ron a utilizar el término Arca de
Noé para describir este tipo de
instalaciones, donde van a poner-
se a salvo aquellos enfermos que
han logrado escapar de la gran ola
mortal de una pandemia.
Para entenderlo mejor, retroce-
damos hasta el pasado 23 de ene-
ro. Se acababa de decretar el cie-
rre de Wuhan. Más de 11 millones
de personas quedaron atrapadas
en sus casas. Y la extraña neumo-
nía no dejaba de mandar pacien-
tes a los hospitales, colapsando el
sistema sanitario. Las escenas de
enfermos tirados por los pasillos
se viralizaron en las redes socia-
les. Además, los médicos estaban
desbordados. Hasta se les estaban
acabando las mascarillas y los tra-
jes quirúrgicos. La situación era
dramática. Wuhan estaba a punto
de explotar.
Por ello, el Gobierno chino co-
municó que se había empezado a
construir un hospital con una su-
perficie de 25.000 metros cuadra-
dos a las afueras de la ciudad. Y
que estaría listo el 3 de febrero
con 1.000 camas. Dos días des-
pués informaron de que se iba a
levantar otro hospital con 1.600
camas y puesto a disposición de
los pacientes el 6 de febrero.
Las obras se emitieron en di-
recto en uno de los canales de la
televisión pública. También en las
redes sociales. Retransmisiones
que seguían más de 20 millones
de personas a la vez. Ambos hos-
pitales, el Wuhan Vulcan Moun-
tain y el Wuhan Lei Shenshan
Hospital, se terminaron en tiem-

po récord y contaban, entre otras
cosas, con unidades de cuidados
intensivos, departamentos de
control de infecciones y de diag-
nóstico radiológico.
Tras inaugurar estos centros,
las autoridades dieron un paso
más: era la hora de empezar a ha-
bilitar también los llamados hos-
pitales de cabina. Se trataba de
centros médicos improvisados pa-
ra pacientes que presentaban una
neumonía leve a causa del nuevo
coronavirus. Es decir, enfermos
que, lo más probable, es que no
fueran a morir ni a dar complica-
ciones. Y, de esta forma, tampoco
contagiarían a sus familias en ca-
sa durante la cuarentena.

Como estaba todo cerrado en
la ciudad, pudieron equipar los
estadios, pabellones de exposi-
ción y centros de conferencias de
Wuhan con más de 13.467 camas.
Y el Gobierno envió a más de
4.500 sanitarios de todo el país
para que se encargaran de cuidar
a los enfermos en esos improvisa-
dos hospitales.
«Son la versión china del Arca
de Noé», rezaba un artículo de un
diario local de Wuhan. «El hospi-
tal de cabina es un moderno sis-
tema médico móvil diseñado con
el concepto de carga y descarga.
Consta de tres partes: una unidad
de función médica, una unidad de
sala y una de soporte técnico».

Las normas para ingresar en
estos centros eran claras: que fue-
ran pacientes con síntomas leves
y con edades comprendidas entre
los 18 y los 65 años. En total, en
los dos hospitales construidos y
en las 14 cabinas habilitadas, se
atendió a más de 12.000 perso-
nas. Y, según las autoridades chi-
nas, todas se han curado.
Ayer, Wuhan únicamente tuvo
un caso de contagio. Algo impen-
sable hace unas semanas. Por eso
el Gobierno chino presume de sus
cierres y cuarentenas. Aunque
ahora la preocupación viene por
los casos importados de otros paí-
ses. En China dieron positivo ayer
20 viajeros que habían aterrizado

COVID-19 LA BATALLA EN ASIA Y EEUU


‘Arcas de Noé’


para salvar a


los más fuertes


Wuhan ingresó a los enfermos más leves de


coronavirus en hospitales improvisados para


poder atender a los graves en urgencias


Personal sanitario, con pacientes de coronavirus en uno de los ‘hospitales cabina’ de Wuhan, China. EFE


L. DE LA CAL PEKÍN
CORRESPONSAL
Martes, 25 de febrero. Nada más ate-
rrizar en el aeropuerto internacional
de Gimpo, en Seúl, después de pasar

dos controles de temperatura, varios
funcionarios del Gobierno obligan a
cada pasajero a descargar en el mó-
vil una aplicación para tener monito-
rizada a cada persona que llega al

país. Corea del Sur ya tiene 893 ca-
sos de coronavirus. Es la segunda
nación más afectada, después de
China. Si alguien presenta síntomas,
lo único que tiene que hacer es me-

terse en la aplicación y darle a la ca-
silla de fiebre, tos, dolor de garganta
o disnea. «Enseguida, alguien del Mi-
nisterio de Salud se pondrá en con-
tacto con usted y le dirá qué hacer»,
explica uno de los funcionarios.
Cuatro días después, el país se
despierta con 909 nuevas infeccio-
nes. Más del 70% de los casos vienen
de una ciudad llamada Daegu. El fo-
co se centra en una secta cristiana
denominada Shincheonji Church of
Jesus. Sus más de 200.000 fieles en
todo el país están en cuarentena.

Para el resto de la población, han
habilitado 50 puestos al aire libre,
en explanadas y aparcamientos de
hospitales, donde los enfermeros
hacen una prueba gratuita de coro-
navirus sin que los que acuden se
tengan que bajar de sus vehículos.
En estos puestos se realizan casi
15.000 pruebas al día. Quien dé po-
sitivo y no presente síntomas gra-
ves, debe permanecer encerrado en
casa. Una medida que ha servido
para no colapsar las urgencias de
los hospitales.

La receta surcoreana para frenar la


pandemia: miles de pruebas al día


Seúl logra reducir los contagios realizando test rápidos fuera de los hospitales


En los dos centros
habilitados se atendió
a 12.000 personas,
todas se han curado

Ayer Wuhan sólo tuvo
un caso de contagio,
algo impensable hace
unas semanas
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