El Mundo - 18.03.2020

(sharon) #1
EL MUNDO. MIÉRCOLES 18 DE MARZO DE 2020
40

ESPAÑA i


Aval político al repudio al Emérito

L Pedro Sánchez califica de «necesario y coherente» que Felipe VI haya roto vínculos con Don Juan Carlos por su
vinculación a fondos ‘off shore’ L El Monarca se dirige esta noche al país, pero centrado en la crisis del coronavirus

RAÚL PIÑA MADRID
Apoyo cerrado del Gobierno a la de-
cisión de Felipe VI de romper víncu-
los con Don Juan Carlos por las rela-
ciones con fondos off shore del que
fuera Rey de España durante cuatro
décadas. El actual Monarca renunció
de manera simbólica a la herencia de
su padre (no puede hacerlo hasta
que éste muera) y le retiró la asigna-
ción de dinero público que percibía
hasta ahora anualmente. Pedro Sán-
chez, presidente el Ejecutivo, calificó
ayer las medidas de «necesarias y
coherentes». Felipe VI dirigirá esta
noche un mensaje a la nación, pero
no por esta cuestión, si no por la si-
tuación que atraviesa el país debido
a la expansión del coronavirus.
Las últimas informaciones perio-
dísticas, que situaban a Felipe VI
como segundo beneficiario de la
Fundación Lucum, un fondo off
shore creado en Panamá y vincula-
do a Don Juan Carlos, fueron el de-

tonante que llevaron al Rey a poner
en práctica una suerte de cortafue-
gos público respecto a su padre.
Distancia para evitar que posibles
decisiones judiciales futuras pue-
dan comprometer a la institución.
Pedro Sánchez expresó que «no
sólo apoyo» las medidas, si no que
las calificó de «necesarias y cohe-
rentes con las actuaciones tenden-
tes a la transparencia y la ejempla-
ridad que durante el reinado de Fe-
lipe VI se han venido impulsando
por parte de la Casa Real», expuso
en una comparecencia virtual en

Moncloa para explicar las medidas
económicas y sociales que acompa-
ñan al estado de alarma.
El pasado domingo, Zarzuela hizo
oficial que el Rey se desligaba de su
padre, que lo repudiaba. En un duro
comunicado, Felipe VI decía desco-
nocer cómo obró su padre, se des-
vinculaba de los dos fondos off shore
abiertos, renunciaba a la herencia de
su progenitor, a su dinero, y le retira-
ba la asignación salarial con la que
contaba hasta ahora proveniente del
dinero público (194.232 euros).
Sánchez pone palabras a la posi-

ción del Gobierno que hasta ahora,
en boca del ministro del Interior,
Fernando Grande-Marlaska había
pedido respeto a los tiempos judi-
ciales. Y es que la Fiscalía Antico-
rrupción está a la espera de que su
homóloga en Suiza le envíe toda la
documentación que haya recabado
en su investigación sobre las pre-
suntas comisiones pagadas por la
obra del AVE a la Meca para decidir
si pone sus propias diligencias en
manos de un juez, según indicaron
a Europa Press fuentes jurídicas.
La Fiscalía suiza mantiene desde

hace más de un año pesquisas sobre
el posible depósito de dichas mordi-
das en cuentas de su país y está en
contacto con Anticorrupción en Es-
paña, que a su vez también investiga
en secreto posibles delitos de cohe-
cho y de corrupción en las transac-
ciones comerciales internacionales
por parte de las empresas de la UTE
española adjudicataria de la cons-
trucción del AVE en Arabia Saudí.
En concreto, la Fiscalía suiza in-
vestiga si hubo una comisión de 65
millones de euros (100 millones de
dólares) para Don Juan Carlos por

parte del rey de Arabia Saudí por la
construcción del AVE a La Meca,
comisión de la cual el rey habría he-
cho esa supuesta donación de 65
millones de euros a Corinna Larsen,
según expuso el abogado de ésta.
El abogado de Don Juan Carlos,
Javier Sánchez-Junco, envió ayer a
las agencias de noticias un comu-
nicado en el que exponía que su
cliente no ha recibido por el mo-
mento ninguna notificación, comu-
nicación o requerimiento de auto-
ridad judicial o fiscal alguna, ya
sea nacional o extranjera.

«Entre la justicia y mi madre, prefiero a mi
madre», la frase da medida de la categoría
moral de Albert Camus. En su polémica con
Jean Paul Sartre y los activistas franceses de
mediados del siglo pasado, puso de relieve
que no hay exigencia ética superior que la que
debemos a quienes amamos. Sobre todo si
constituyen nuestra patria. Combatir por una
abstracción a veces es fácil. Se queda como
un héroe de cara a la galería si te matan. Pero
los gestos teatrales rebeldes pueden esconder
una cobardía moral. Hay quienes son capaces
de morir por una idea, y son valientes. Mu-

chos otros, con las espaldas bien aseguradas,
pretenden demostrar un coraje inexistente
amparándose en los tópicos bienintenciona-
dos de la mayoría social. Pueden querer apro-
vecharse de la situación, ser viles incluso.
Al Rey Juan Carlos los militantes del PCE lo
apodábamos El Breve. Su escaso interés inte-
lectual y apoyo franquista parecían condenar-
lo a la inconsistencia de una página perdida
de la historia. No fue así. Hay que reconocer
que la Transición no hubiera sido posible sin
él. Es más, fueran cuáles fuesen sus inciden-
cias completas, el golpe de Estado de Tejero
hubiera triunfado sin su oposición, pues la
mayoría del Ejército estaba con los subleva-
dos. Si hubiera querido le bastaba con haber-
se callado la noche del 23-F de 1981, desde
Milans del Bosch hasta Armada, los «pesos
pesados» de nuestra milicia, quería destruir la
democracia. Bien aconsejado o por propia ini-
ciativa, se enfrentó a ellos y nos salvó.
Independientemente de lo que sostengan

opiniones doctrinales minoritarias, ciertamen-
te respetables, durante todo el período de su
reinado estuvo protegido por la prerrogativa
de la inviolabilidad del artículo 56.3 de la
Constitución. Es decir, no está sujeto a respon-
sabilidad. Ciertamente, como todos los gober-
nantes, está sujeto al juicio de la historia, Tam-
bién era irresponsable Luis XVI y fue llevado
a la guillotina. Pero, en los cambios revolucio-
narios, no se juzgan las actitudes personales
sino el símbolo que representan. No es una
crisis de esa índole la de España. Ni es posible
reconocer a Robespierre o a Saint Just. Más
bien a populistas malcriados. Son niños que
están jugando con fuego, porque los Estados
se van a pique cuando los dirigen mentecatos.
No es posible eludir que Juan Carlos tiene,
y ha tenido, responsabilidad moral por sus ac-
tos. Se puede ser un una persona simpática,
bonachona y ocurrente, como es el caso, e in-
cidir al mismo tiempo en actitudes poco pru-
dentes, incluso reprochables desde la ética, es

cierto. Hay una cosa elemental, sin embargo.
No cabe realizar un análisis sin tener en cuen-
ta los usos de la época, sus costumbres. Es de-
cir, sin considerar la realidad social del tiem-
po en que fueron realizados los actos. Gracias
al Rey emérito, España consiguió una venta-
josa posición en las relaciones con las monar-
quías petroleras y eso hace años podía impli-
car lo que implicaba. Es imposible juzgar, ni
siquiera moralmente, de manera retroactiva.
En el Derecho británico hay una máxima
bien utilizada por William Blackstone: The
king can do not wrong [el Rey no puede
equivocarse], que significa sutilmente algo
superior a la inviolabilidad. Implica la ficción
de que la actuación del Monarca siempre es
justa. Podremos estar equivocados, pero si
un régimen quiere sostenerse será necesario
que los súbditos lo acepten aunque tengan
dudas. Pascal decía que en España no existía
la piedad. Por la cuenta que nos trae, más va-
le que en este caso la tengamos.

En defensa de


Juan Carlos


PLÁCIDO FERNÁNDEZ-VIAGAS


Felipe VI y Pedro Sánchez, el pasado 8 de enero, durante el acto de toma de posesión de éste como presidente del Gobierno. POOL / EFE


Quien fuera Monarca
hasta 2014 no ha
recibido por ahora
ningún requerimiento
Free download pdf