El Mundo - 03.04.2020

(lily) #1

EL MUNDO. VIERNES 3 DE ABRIL DE 2020
19


i


P R I M E R P L A N O


RODRIGO TERRASA MADRID^
Ahora mismo, mientras usted está
encerrado en casa o haciendo cola
en el supermercado disfrazado de
cirujano, hay cerca de 200 españo-
les tomándose unas cañas bajo el
sol, jugando al voleibol con un ba-
ñador estampado con palmeras, co-
rriendo por una pista de atletismo
(y no por el pasillo de su aparta-
mento) y bailando en una discoteca.
Bailan pegados, de hecho.
Lo que hace unos días parecía una
odisea se ha convertido de repente
en el paraíso. Esos 200 españoles na-
vegan junto a cerca de otros 2.000 tu-
ristas en el Costa Deliziosa, un gi-
gantesco crucero de lujo de casi 300
metros de eslora y 12 cubiertas, que
partió desde Barcelona el 11 de ene-
ro para dar la vuelta al mundo du-
rante casi cuatro meses, cinco conti-
nentes, 39 destinos y tres océanos. Y
ahí sigue, en mitad de uno de esos
mares mientras en tierra todo ha
cambiado para siempre. Como si na-
vegaran en el barco de Cocoon o en
esa nave de Wall-e en la que volaban
los supervivientes del apocalipsis to-
mando refrescos y dónuts mientras
todo era basura a sus pies.
«En estos momentos somos 170
españoles en el barco. No hay nin-
gún infectado y la vida a bordo es un
oasis en medio de la pandemia», ad-
mite el gallego Carlos García a través
de mensajes de WhatsApp desde al-
gún punto del Índico, rumbo al Gol-
fo de Omán. «Aquí la vida es como


fue siempre, normal, relajada y lúdi-
ca. Estamos felices de estar aquí, la
edad media del pasaje supera los 75
años y, probablemente, este crucero
les ha salvado la vida».
El plan previsto antes de que todo
saltara por los aires decía que el bar-

co partía de España la segunda se-
mana de este año y viajaba rumbo al
Atlántico para navegar de las Barba-
dos a Panamá, de Ecuador a la Poli-
nesia, Indonesia, luego Japón... A la
altura de Australia el mapa se fue a
la basura. La crisis mundial del coro-

navirus obligó a cambiar la ruta y
ahora no hay puerto que les permita
desembarcar. Los últimos que pisa-
ron tierra, 18 pasajeros que bajaron
a hacer turismo en Perth, han estado
las dos últimas semanas confinados
en sus camarotes. El martes acaba-

ron su particular cuarentena sin sín-
tomas de contagio. «Lo celebramos
con una cena y con champán. El bar-
co está limpio», cuenta Carlos.
El crucero se detuvo ayer en
Omán para una parada técnica, pero
ningún pasajero podrá salir del bar-
co. «Nos sentimos afortunados por
haber coincidido en este barco justo
en este momento», dicen los españo-
les. «Pero esto se mezcla con un sen-
timiento de estupefacción e incredu-
lidad al recibir noticias de lo que es-
tá pasando en el mundo y la
añoranza y el deseo de estar con

nuestro seres queridos en estos dra-
máticos momentos».
Según la oferta inicial, la vuelta al
mundo acababa en Venecia el 26 de
abril, pero ninguno de los turistas
quiere desembarcar en Italia. Los pa-
sajeros españoles han improvisado
un comunicado para exigir al Go-
bierno que les permita desembarcar
en Barcelona y evitar una situación
como la que vivieron hace unas se-
manas los 200 españoles que viaja-
ban en otro crucero, el Costa Pacífi-
ca, que no pudo atracar en España y
acabó en Génova.
Entre las medidas adoptadas tras
la declaración del estado de alarma,
hay una orden publicada en el BOE
el pasado 12 de marzo que prohíbe
la entrada en puertos españoles de
los cruceros procedentes de cual-
quier destino. Sin embargo, el Minis-
terio de Exteriores prometió a la vez
facilitar la repatriación de todos los
españoles.
«Ahora mismo sería un despropó-
sito irracional que se volviese a co-
meter el mismo error con el Costa
Deliziosa, con 170 españoles sanos a
bordo, que no han estado en ningún
momento en contacto con el corona-
virus», dice el comunicado de los pa-
sajeros. «Llevarnos a Italia para re-
patriarnos desde allí, con el riesgo de
contagio, no tiene ninguna lógica ni
sentido común».
A la espera de una solución, su
vuelta al mundo continúa. Hace sólo
unas semanas diríamos que su viaje
es una pesadilla. Ahora, sin embar-
go, es un sueño. «Es cierto que hay
pasajeros que preferirían poder de-
sembarcar mañana mismo, pero la
mayoría somos unos privilegiados.
Las tumbonas de la terraza están ro-
deadas de libros electrónicos, pode-
mos pasar la mañana sentados alre-
dedor de una terraza, todos los días
hay shows», presume Carlos. «La
suerte o la casualidad nos han per-
mitido burlar el coronavirus».

Un oasis en mitad del océano:


«El crucero nos ha salvado la vida»


Unos 200 españoles navegan alrededor del mundo sin rumbo fijo desde que estalló la crisis


El grupo de pasajeros españoles del Costa Deliziosa, reunidos esta semana junto a la piscina de una de las cubiertas del crucero. EL MUNDO


Vista general del Costa Deliziosa, el crucero en el que viajan los cerca de 200 españoles. COSTA CRUCEROS


«Aquí la vida es como
fue siempre, normal,
relajada y lúdica.
Somos afortunados»

Los pasajeros piden
al Gobierno que les
deje desembarcar en
España y no en Italia

La pesadilla de los barcos
Rotterdam y Zaandam parece
que toca a su fin. Lo que se les
negó en Chile, Argentina y
Perú se hará realidad en el Sur
de la Florida. Las autoridades
locales y la Administración
Trump habrían accedido a

seguir un plan para salvarlos
al fin de su terrible odisea. En
principio, los extranjeros a
bordo viajarán en avión a sus
respectivos países. Al menos
nueve personas recibirán
tratamiento en hospitales
locales y 45 con síntomas
serán atendidos en los barcos.
Según la información
facilitada hasta ahora, en el
Zaandam hay cuatro muertos.
El barco zarpó de Argentina el
7 de marzo con unas 2.

personas a bordo para viajar
durante dos semanas hasta
Chile. Cuando estalló la crisis
del coronavirus estaba
navegando y se le negó el
acceso a ningún puerto. El
pasado 26 de marzo una nave
hermana, Rotterdam, les
prestó su apoyo. A la segunda
embarcación fueron las
personas aparentemente
sanas. El Zaandam continuó
con los muertos y enfermos.
GINA MONTANER

UN GESTO DE


HUMANIDAD PARA


EL ZAANDAM


COVID-19 VACACIONES MEDICINALES

Free download pdf