EL MUNDO. VIERNES 3 DE ABRIL DE 2020
26
P R I M E R P L A N O
iPABLO R. ROCES MADRID
Son las 07.57 horas y en la sala de
reuniones de Urgencias del Hospi-
tal Infanta Sofía hay un tono de ves-
tuario deportivo ante el partido más
importante de sus vidas. Si es que la
comparación es posible. Los jóve-
nes, concentrados en una esquina
sin apenas levantar la voz; los vete-
ranos, comentando con aparente
tranquilidad los casos; el trasiego de
material de un lado a otro de la me-
sa, y en el centro, Rosa Sanz de Ba-
rros, la jefa de Urgencias.
Ella es la figura de entrenador,
capitán y utillero repartiendo en
parejas a su equipo, ordenando
cada movimiento y entregando el
material. «Recordad que sois
siempre la mejor opción para
vuestro paciente». Así empieza el
enésimo tramo del partido más
importante que estos profesiona-
les de la sanidad llevan librando
desde finales de febrero contra el
coronavirus. «El trabajo de este
equipo es fenomenal. He llegado a
venir a las 2 de la mañana para
animarles y decirles que lo vamos
a sacar adelante», indica.
El Hospital Infanta Sofía ha crea-
do una unidad de Urgencias centra-
lizada para recibir a todos los pa-cientes del coronavirus y para ello
ha tenido que anexionar las espe-
cialidades de Ginecología y Pedia-
tría y reconvertir la sala de espera
en una unidad más: el avión. «Co-
mo está justo debajo de los quirófa-nos y las UCI se nos ocurrió bajar
los cables de oxígeno por el techo y
colocar camillas y así hemos gana-
do casi 100 plazas más para pacien-
tes», explica Rosa.
Y es por ese terreno por el queesta médica con 30 años de expe-
riencia a sus espaldas se desplaza
sin descanso de un lugar a otro
dando órdenes y controlando cada
milímetro entre los 134 pacientes
de este centro hospitalario y suequipo sanitario. «Nos estamos en-
frentando a una pandemia que ja-
más en la vida nadie pensó que
podía ocurrir y el problema es que
no sabíamos cómo empezaba, no
sabíamos el desarrollo y no sabe-
mos hasta cuándo va a durar»,
afirma quien se ha enfrentado en
primera persona a los atentados
del 11-M, al huracán Mitch, al te-
rremoto de Pakistán y al de Argel.
«Son situaciones muy distintas
porque ahí veías el tiempo limita-
do y eran pacientes en los que es-
taba claro lo que había que hacer.
Ahora nos enfrentamos a un virus
que se desarrolla en cada persona
de una forma diferente», señala.
Pero es esa experiencia sobre el
terreno y sus vivencias personales
tras pasar un cáncer de mama y un
trasplante de médula de su marido
las que Rosa emplea para mostrar
a su equipo cómo «gestionar el
miedo». «Esa sensación de enfren-
tarse a la vida y la muerte yo ya la
he tenido y he sabido reflexionar
sobre ella, pero en este equipo te-
nemos de todo: gente con mucha
experiencia y otros que no se han
enfrentado nunca a esto». Es, des-
de ahí, desde donde la jefa de Ur-
gencias del Infanta Sofía trabaja en
«cultivar las fortalezas» individua-
les y grupales de su equipo.
«Recordad siempre que una son-
risa es arte, sois la mejor opción pa-
ra vuestro paciente y tenemos que
suplir el cariño que no tienen de
sus familias», ordena Rosa Sanz al
resto de médicos, enfermeros y au-
xiliares de Urgencias. Y la orden se
cumple en cada esquina de la uni-
dad y con cada paciente por parte«Recordad que sois la mejor
opción para vuestro paciente»
EL MUNDO acompaña a Rosa Sanz, jefa de Urgencias del Infanta Sofía, en su lucha contra el virus
Rosa Sanz –con el brazo en alto– junto a los los integrantes del turno matinal de Urgencias del Hospital Infanta Sofía, durante la reunión que mantienen cada día a las 08.00 horas. ALBERTO DI LOLLI
La jefa de Urgencias observa la radiografía de uno de los pacientes. ALBERTO DI LOLLI
COVID-19 LA SITUACIÓN EN MADRID