El Mundo - 03.04.2020

(lily) #1

EL MUNDO. VIERNES 3 DE ABRIL DE 2020
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P R I M E R P L A N O
i

COVID-19 REINO UNIDO Y FILIPINAS


Carta blanca en


Filipinas para


«disparar a matar»


Duterte ordena a la policía y al ejército acabar con
la vida de quien no cumpla la cuarentena en el país

LUCAS DE LA CAL
A Rodrigo Duterte nunca le ha tem-
plado el pulso a la hora de mandar a
la policía que apriete el gatillo. Pri-
mero, en su particular guerra contra
las drogas. «Eres libre de matar a to-
dos los que estén relacionados con
el narcotráfico», dijo hace unos me-
ses el presidente de Filipinas al jefe
de la policía de la ciudad de Baco-
lod. Ahora, el mismo mensaje, el de
«disparar a matar», lo lanza señalan-
do a todos aquellos que se saltan la
cuarentena por el coronavirus.
La mayoría de países golpeados
por la pandemia han optado por san-
ciones económicas para los ciudada-
nos que no cumplan el confinamien-
to en casa. Otros, ante la resistencia
de algunos a quedarse encerrados,
aplican duras detenciones. Y en los
regímenes más autoritarios, como
China, no hace falta ninguna de las
dos cosas porque el miedo y los con-
troles vecinales hacen que la gente ni
se plantee incumplir las normas.
El miércoles por la noche, en un
discurso televisado, Duterte no titu-
beó. «Mis órdenes son para la policía
y el ejército, si hay
problemas o surge
una situación en que
la gente pelea y sus
vidas están en peli-
gro, disparen a ma-
tar». Y prosiguió:
«Que esto sea una ad-
vertencia para todos.
Siga al Gobierno en
este momento porque
es fundamental que
tengamos orden».
Manila, la capital,
está paralizada. Su
Bolsa fue la primera
en el mundo en ce-
rrar sus puertas por una pandemia
que ya ha dejado en este país 2.311
contagiados y, al menos, 96 muer-
tos. Un bloqueo –que entró en vi-
gencia el 15 de marzo– que ha pro-
vocado una ola de miedo, especial-
mente entre la población más
pobre. Si ya tienen poco, el confina-
miento total les dejará sin nada.
La advertencia de Duterte se pro-
dujo después de que los residentes
de la aldea de San Roque, en la ciu-
dad de Quezon, que viven en una ba-
rriada muy pobre, organizaran una
protesta, alegando que no habían re-
cibido ningún paquete de alimentos
y otros suministros de ayuda desde
que comenzó el cierre. La policía ins-
tó a los vecinos a que regresaran a
sus hogares, pero ellos se negaron.
Hubo enfrentamientos y la protesta
acabó con 20 arrestados.
En declaraciones a Al Jazeera,
Jocy López, el líder del grupo que sa-

lió a protestar a la calle, dijo que no
les quedó otro remedio porque se
habían quedado sin comida. «Esta-
mos aquí para pedir ayuda. No nos
han dado comida. Tampoco tenemos
ni dinero ni trabajo. ¿A quién recurri-
mos?», protestó Jay.
«Muerto. A cambio de causar pro-
blemas, te enviaré a la tumba», ame-
nazó Duterte horas después de la
protesta en San Roque. El presiden-
te acusó a grupos civiles de izquier-
da de instigar las manifestaciones:
«Izquierdistas, ustedes no son el Go-
bierno. No causen problemas y dis-
turbios porque ordenaré su deten-
ción hasta que finalice el brote».
Días antes, Duterte había logrado
que el Congreso le otorgara «pode-
res especiales» bajo la emergencia
sanitaria, algo que le permite actuar
sin contar con el Legislativo, modifi-
car los presupuestos e intervenir em-
presas privadas. También, promul-
gar una ley que incluye la provisión
de 4.000 millones de dólares para re-
partir entre 18 millones de hogares
desfavorecidos del país, donde el
16% de la población vive bajo el um-

bral de la pobreza. Sin embargo, la
ayuda está bloqueada porque el Go-
bierno todavía elabora «una base de
datos consolidada» de beneficiarios.
Tras las amenazas de Duterte,
grupos de derechos humanos han
respondido al presidente. «Es pro-
fundamente alarmante que haya
extendido una política de disparar
para matar. La fuerza mortal no
controlada nunca debe usarse en
una emergencia como esta pande-
mia», dijo Butch Olano, director de
la sección filipina de Amnistía In-
ternacional.

CARLOS FRESNEDA LONDRES
CORRESPONSAL
Desde su aislamiento en Downing
Street, obligado a extender su
cuarentena más de allá de una se-
mana, Boris Johnson intentó apla-
car la rebeldía de los británicos,
que volvieron a coger el coche es-
ta semana y a desafiar el cerroja-
zo ordenado por el Gobierno el 23
de marzo. La llegada del buen
tiempo ha puesto de nuevo en
alerta a las autoridades británicas,
ante el temor de una nueva es-
tampida en los parques este fin de
semana.
Johnson se puso a sí mismo
como ejemplo, «secuestrado en
Downing Street», y pidió a sus
compatriotas que hicieran lo
propio en su último vídeo graba-
do en su teléfono móvil: «Que-
daos en casa para salvar vidas.
Va a ser la única manera de dar
la vuelta a los números. Espera-
mos que esto pueda ocurrir en
dos semanas».
Un total de 2.921 británicos
han perdido la vida hasta la fe-
cha, 569 en las últimas 24 horas.
El número de casos confirmados
se acerca a los 43.000, de las
163.000 pruebas realizadas has-
ta la fecha.
«Estamos viendo una tenden-
cia preocupante en los últimos dí-
as», advirtió Yvonne Doyle, direc-
tora de Salud Pública en Inglate-
rra. «La mayoría lo está haciendo,
como vemos en la caída del uso
del transporte público, pero el
tráfico motorizado ha vuelto a au-
mentar desde el lunes».

Curiosamente, el 55% de los
británicos estima que las medi-
das drásticas de distancia social
fueron tomadas «demasiado tar-
de» por Johnson, frente al 34%
que opina que se tomaron al de-
bido tiempo. El 90% considera
en cualquier caso que la deci-
sión adoptada por el Gobierno
fue la adecuada y el 58% estima
incluso que las restricciones de-
berían estar en vigor hasta fina-
les de mayo.
El ex gobernador del Banco de
Inglaterra Mervyn King se ha
convertido en cabecilla de la re-
sistencia al cerrojazo advirtiendo
que puede haber «una rebelión»

si el Gobierno prolonga excesiva-
mente las restricciones. Las me-
didas continuarán al menos du-
rante 10 días más, cuando serán
revisadas e incluso reforzadas si
la epidemia sigue propagándose.
La atención se centró sin em-

bargo a lo largo de ayer en la
lentitud y en el retraso con el
que se están efectuando las
pruebas a la población y al per-
sonal médico. Hasta la fecha se
han realizado en torno a 8.000
test diarios a pacientes y unos
2.000 a médicos y enfermeras
(en contraste con las 100.000
pruebas al día en Alemania).
«Vamos a pisar el acelerador»,
anticipó el secretario de Salud,
Matt Hancock, en su reaparición
tras su semana de convalecencia
tras contraer coronavirus. Han-
cock se comprometió a llegar a
los 100.000 test diarios a finales
de abril.
El líder de la oposición labo-
rista, Jeremy Corbyn, aseguró
que la falta de pruebas entre el
personal médico es «ridícula».
«Parece que todas las medidas
adoptadas por el Gobierno han
sido simplemente nada efecti-
vas», agregó Corbyn.
El asesor científico Patrick Va-
llance y el asesor médico Chris
Witty fueron criticados mientras
tanto por el paso en falso, cuando
el Gobierno británico decidió li-
mitar las pruebas a la población
de alto riesgo y tuvo que recular
ante la recomendación de la Or-
ganización Mundial de Salud
(OMS) de hacer test al mayor es-
pectro posible de la población.
«Vamos a hacer más y más
pruebas», declaró Johnson en su
último vídeo, visiblemente afecta-
do por la enfermedad. «Ésta es la
manera de avanzar y la seguire-
mos defendiendo hasta el final».

Los residentes de Frodsham participan en un baile en el que mantienen la distancia social durante el ‘cerrojazo’. EFE


Johnson intenta aplacar


la ‘rebeldía’ británica


Las autoridades temen una nueva estampida por el buen tiempo


Control policial en la ciudad filipina de Marikina. EFE


El ‘premier’ se pone
como ejemplo,
«secuestrado en
Downing Street»

Critican la lentitud y
el retraso con el que
se están efectuando
los test de Covid-19

«Que esto sea una
advertencia para
todos. Es fundamental
que tengamos orden»
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