El Mundo - 03.04.2020

(lily) #1

EL MUNDO. VIERNES 3 DE ABRIL DE 2020
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COMUNICACIÓN


FÁTIMA ELIDRISSI MADRID
La casa de papel regresa hoy a
Netflix con una cuarta temporada
que podría marcar un nuevo hito
de consumo televisivo; uno más
en una producción que no ha pa-
rado de sorprender y marcar ré-
cords con cada entrega. En plena
crisis del coronavirus, la serie de
habla no inglesa más vista de la
plataforma y ganadora del Emmy
internacional a la mejor serie dra-
mática, tratará de cumplir con las
expectativas generadas en la ter-
cera entrega, que planteaba un
nuevo atraco al Banco de España,
mientras sueña con un universo
al estilo de Marvel. Esto es, tantas
temporadas, series derivadas y
golpes imposibles como los fans
demanden y sus creadores, Álex
Pina a la cabeza, sean capaces de
imaginar.
«Realmente yo siempre he di-
cho que la serie tiene alma y una
identidad muy propia del cómic.
Y creo que tiene muchas posibili-
dades, incluidos spin offs, porque
todos los personajes tienen una
vida posible fuera de los atracos»,
explica Pina a EL MUNDO a tra-


vés de una videollamada. Alba
Flores, que interpreta a Nairobi
en la ficción, es de la misma opi-
nión. «Si hay imaginación y, so-
bre todo, si hay interés en el pú-
blico, se esforzarán al máximo
por sacarle partido a esta historia
y estos personajes. Pero para que
se mantenga la fuerza van a tener
que tomar decisiones arriesga-
das», advierte la actriz.
Narrativamente, Pina reconoce
que el principal reto es seguir re-
inventándose, porque sorprender
al espectador con un género tan
estereotipado como el de los ro-
bos, mantener la sensación de
novedad con el metraje no ya de
una película, sino de una serie, es
complicado. Pero cree que lo han
logrado. «Después de una tercera
temporada sobre el pánico o el
vértigo, donde hemos metido hi-
tos y cambios constantes de esce-
narios, conflictos, géneros y, so-
bre todo, horror al espacio vacío,
en la cuarta hemos conseguido
modularlo para hablar también
del alma de los personajes», ase-
gura Pina. «Hemos abierto un
hueco, una subida a una montaña

rusa donde yo creo que se produ-
ce la mayor bomba de megatones
que se va a dar en La casa de pa-
pel. Lo que ocurre al final es tal
explosión que probablemente lle-
vemos al extremo a todos los per-
sonajes y al espectador», asegura
enigmático.
Obligado, como todos, a estar
confinado, el hiperactivo Pina
confiesa que este parón tiene
cierto sentido en su «desbocada»
existencia. «Yo que tengo una
aceleración salvaje y vivo en un
torbellino de estrés, ahora tengo
que aprender a vivir en casa. Lo
cual es una oportunidad para
mí», cuenta mientras reconoce
que esta serie probablemente re-
fleje su propia adre-
nalina. «Yo era un ni-
ño hiperactivo y toda
esa cinética y ese ner-
vio, toda esa energía
está en La casa de pa-
pel. Es un híbrido que
cambia constante-
mente de tercio, de
drama a comedia, ac-
ción, thriller. Y esa
centrifugadora quizás
tenga que ver con mi
ADN y el de todo el
equipo», afirma.
Más calmada, Flo-
res está dedicando la
cuarentena a leer, ha-
cer yoga y reflexionar
mucho. «Parece que
esto pone en cuestión
la manera de vivir que teníamos y
que ahora hay que pensar cómo
seguimos de aquí en adelante»,
señala. «El mundo es insostenible
más tiempo de esta manera. Y a
mí me gustaría un mundo menos
desigual, menos autoritario y con
más humanidad, donde las dife-

rencias identitarias o de frontera
no fuesen un problema», añade.
De la infinidad de futuros posi-
bles de La casa de papel, Pina
descarta llevarse la ficción al ex-
tranjero. «Nos han dicho que po-
dríamos atracar Fort Knox en Es-
tados Unidos. Pero yo creo que el
valor de la serie es el trabajo en
España, con la policía española,
el humor español y los atracado-
res españoles y sus emociones.
Que son lo que hace de este un
atraco perfecto», defiende el
creador. «El gran logro de La ca-
sa de papel es que ha transforma-
do un género eminentemente an-
glosajón y que existía en el cine,
que es racionalista, científico ca-
si, frío, en algo caliente, emocio-
nal, brutalmente afectivo, donde
las tramas emocionales, el amor,
la fraternidad, la amistad son ca-
si tan importantes como la propia
trama del atraco. Lo que hemos
hecho es latinizar y españolizar
este género, con lo cual, renun-
ciar a nuestro ADN sería renun-
ciar a lo que nos ha dado la vida»,
sentencia.
A sus 52 años, Pina acumula
un currículum televisivo que va
desde Los Serrano y Los hombres
de Paco a Vis a Vis. Ficciones que
por distintas que parezcan com-
parten un humor negro «muy es-
pañol, muy berlanguiano, cerca-
no al vodevil clásico», apunta.
«Incluso hay comedia negra con
una gran carga peyorativa. El
personaje de Santiago en Los Se-
rrano», interpretado por Jesús
Bonilla, «era homófobo, usurero,
cascarrabias, y, sin embargo, caía
bien. En La casa de papel segui-
mos haciendo lo mismo con Ber-
lín», encarnado por Pedro Alon-
so, «que no puede ser más cruel,
misógino y narcisista, y cae, sin
duda, muy bien».
En resumen, Pina no sabe (o
no puede) hablar del futuro, pero
concluye: «quizá robemos todos
los lugares valiosos que tiene Es-
paña, pero creo que hay que de-

fender lo español y lo latino por
encima de todo porque estamos
viendo que funciona. Y no debe-
mos olvidar que hay casi tantos
hispanoparlantes como anglopar-
lantes. Así que tenemos que de-
fender nuestros parámetros de
hoy en día».

«Defendemos


lo español de ‘La


casa de papel’»


El creador Álex Pina reflexiona sobre el


futuro de la serie ante su nueva temporada


El actor Álvaro Morte en un momento de la nueva temporada de ‘La casa de papel’, que se estrena este viernes. NETFLIX


EL CREADOR


«Todas mis series
poseen un humor
muy nuestro, muy
berlanguiano»

EL FUTURO


«Para mantener la
fuerza hay que tomar
necesariamente
decisiones
arriesgadas»

EL CONFINAMIENTO


«La pandemia pone
en cuestión el
mundo insostenible
en el que vivimos»

La actriz Alba Flores en un instante de ‘La casa de papel’. NETFLIX

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