El Mundo - 09.03.2019

(Michael S) #1

EL MUNDO. LUNES 9 DE MARZO DE 2020
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TOROS


ZABALA DE LA SERNA
La mañana fue hermosa de contras-
tes, bravuras y faenas. Una gloria fi-
nal para todos que en la balanza del
recuerdo ni pesa ni vale lo mismo.
Por fin debutó Emilio de Justo en
Olivenza. Y lo hizo con un toro de
buen pitón derecho de Victoriano del
Río. Sin terminar de humillar, pero
bueno. Por su noble fijeza, por su vi-
da. Quizá por su altona morfología la
falta de total humillación. De Justo
interpretó sus condiciones muy
asentado, con su sentido del toreo
por bandera. Entre el prólogo y el
epílogo de doblones, acompañó más
que exigió la boyante embestida. In-
mensos pases de pecho con su sello
cerraban todas las series al alza. El
paso por la izquierda enseñó que por


esa mano el viaje era menor. Un pin-
chazo rebotado antecedió a la esto-
cada y al premio.
Otra oreja fue a parar al esportón
de Ginés Marín. Incluso pidieron
otra. Pero hubiera sido mucho a pe-
sar de que Ginés le hizo muchas co-
sas al mansito de Toros de Cortés,
dócil y de escaso celo. Pronto anun-
ció la perdida del interés –acabaría
bastante desentendido– en la muleta
de Marín. Que inició la fresca faena
en bandera y la abrochó con una ca-
dena de circulares invertidos. Si la
larga a portagayola constituyó una
declaración de intenciones, no lo fue
menos la recta estocada para lo que
restaba de corrida.
La devolución del tercero partió el
ritmo de la cita. No así el designio de
la mano que mece los lotes, que qui-
so que para Emilio de Justo fueran
todos los toros con el hierro de Vic-
toriano y para Ginés los de la marca
de Toros de Cortés. El sobrero para
De Justo no varió el reparto. Un toro
basto y brutote de VdR que siempre
se reservaba algo. De los que pesan
más allá del tamaño y la báscula.
EdJ basó lo suyo en una colocación
muy firme, enfrontilada y generosa
con la izquierda. Casi de uno en uno.
Cada vez más agarrado al piso, el to-
ro se resistía. De un espadazo lo
tumbó y puso punto final a la sorda
y meritoria faena.
La perla de la matiné se llamó Cu-
rioso. De TdC. Cubeto y fino; alegre
y humillador. Cantaba o decantaba
su extraordinaria condición en los
vuelos. La profundidad de su pitón
izquierdo –el cambio de mano fue
profético– pronosticaba maravillas.
Y maravillosas fueron dos tandas de
naturales lentificados a cámara len-
ta. La tupida frondosidad de la se-
gunda de ellas, de cinco o seis mule-

tazos descomunales, se elevó como
la cumbre de la faena. Que desde en-
tonces perdería estructura y calado.
Puede que Curioso no se diese de
tan superlativa manera por su mano
derecha, pero a veces parece como si
Ginés se aburriese de torear bien. Y
se fue por los vericuetos de las mu-
chas cosas. Que teniendo ese pitón
izquierdo ahí se hacían pecados ca-
pitales. Enterró media estocada mor-
tal y cayeron las orejas. No quedará
en el olvido Curioso aún sin la re-
compensa azul para su excelencia.
Hay a tipos que les persigue su si-
no, que siempre les exige un punto
más que a los demás. A Emilio de

Justo la movilidad encastada del bu-
rraco quinto le pidió todo. El fondo,
el dominio, el poder. De salida, lo
arrolló en la puerta de toriles. Y le
marcó en la sien un pezuñazo como
una bala de fogueo. De Justo se re-
compuso y se impuso en una faena
vibrante. De mucha verdad y no me-
nos gobierno. Arreaba el toro. Que se
estiraba como un torrente. Muy en-
ganchado siempre por delante, muy
sometido por abajo. Otra vez los pa-
ses de pecho rugían por la hombrera
contraria. Las dobladas finales de-
sencadenaron un volapié a tumba
abierta. Un zambombazo de ley a la
puerta grande.

Volvió a salir Ginés Marín para
clausurar el mano a mano. Y volvió a
ponerse de manifiesto el contraste
con su contrincante Emilio de Justo.
Que todo lo que hace adquiere la
gravedad de lo auténtico. Frente al
poso de ese peso, lo liviano, lo ligero,
lo bonito de Ginés. Fácil y resuelto
ante la chispeante vivacidad del sex-
to de la notable, rica y variada corri-
da de Victoriano del Río. Unas ber-
nadinas y otro espadazo como des-
pedida. Otras dos orejas ya como
derroche de fin de fiesta. Más la iza-
da del mayoral.
A hombros volaron los toreros.
Que no pesan igual.

VICTORIANO DEL RÍO / Emilio de
Justo y Ginés Marín.

Plaza de Olivenza. Domingo, 8 de marzo
de 2020. Tercera de feria. Casi lleno. To-
ros de Victoriano del río, -incluidos el so-
brero, 3º bis-, y Toros de Cortés (2º, 4º y
6º); de diferentes hechuras y remates;
extraordinario el 4º, de superlativa pro-
fundidad por el izquierdo; importante el
encastado 5º; bueno por el derecho el 1º
sin terminar de humillar; mansito, dócil y
desentendido el 2º; agarrado al piso y
bruto el 3º bis; vivo y alegre el 6º.
Emilio de Justo, de tabaco y oro. Pin-
chazo y estocada desprendida (oreja).
En el tercero, estocada delantera y rin-
conera (aplausos). En el quinto, esto-
cada (dos orejas).

Ginés Marín, de rosa fucsia y oro. Es-
tocada (oreja y petición). En el cuarto,
media estocada (dos orejas). En el
sexto, estocada (dos orejas). Salió a
hombros con De Justo y el mayoral.

Lo que de


verdad pesa



OLIVENZA. Emilio de Justo hace el toreo de


mayor calado y sale a hombros con Ginés sobre


una notable y rica corrida de Victoriano del Río


Asentado y encajado derechazo de Emilio de Justo, ayer por la mañana, en el ruedo de la plaza de toros de Olivenza. FIT


Después del aluvión de orejas
–ni más ni menos que ocho –
en la mañana oliventina, por
la tarde, en el cierre de la
feria, sólo Manzanares se
embolsó un trofeo. Una vez

más inapelable con la espada
en una estocada al encuentro.
La plaza de Olivenza casi
volvió a llenarse para ver el
cartel que el sábado conquistó
Illescas. Pero en esta ocasión
no pudo ser. Se lidiaron toros
de Zalduendo, incluido el
sobrero (1º bis), que
ofrecieron un juego
decepcionante por descastado.
La cuadrilla del alicantino

brilló a gran altura, y así Suso
y Blázquez saludaron tras
parear al segundo y Duarte y
Blázquez hicieron lo propio en
el quinto. El balance fue el
siguiente: Morante de la
Puebla, división de opiniones
y ovación con saludos desde
los medios tras leve petición.
José María Manzanares,
saludos y oreja. Pablo Aguado,
saludos y palmas.

SOLITARIA OREJA


PARA MANZANARES


EN LA TARDE

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