El Mundo - 09.03.2019

(Michael S) #1

EL MUNDO. LUNES 9 DE MARZO DE 2020
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ESPAÑA
i


ÁLVARO CARVAJAL MADRID
Vox convirtió ayer su tercer multi-
tudinario acto en Vistalegre en una
contraposición política a las mani-
festaciones feministas del 8-M y a
todo lo que éstas simbolizan. Fren-
te a ese «akelarre» capitaneado por
«locas del odio», como se llegó a
describir las movilizaciones, el par-
tido liderado por Santiago Abascal
se presentó como «la alternativa».
El acto quiso ser la tercera de-
mostración de fuerza de Vox en la
plaza de toros madrileña, pero el
miedo al coronavirus dejó algunas
partes vacías en la grada, provo-
cando que de las tres citas ésta fue-
ra la que menos público reunió.
Aun así, unas 9.000 personas se
juntaron –de las 10.300 sillas que

había preparadas–, según datos
oficiales de la organización, para
jalear a Abascal y los suyos un día
después de que éste fuera procla-
mado presidente de Vox durante
otros cuatro años más, en un am-
biente caluroso, enérgico y agitado
a golpe de banderas de España.
Especialmente lo fue cuando el lí-
der de Vox arremetió contra las mo-
vilizaciones del 8-M y cuando de-

nunció la ideología feminista como
una «locura totalitaria». Contra la
imagen de las calles de toda España
llenas de feministas, Vox replicó con
la foto de su acto para presentarlo
como emblema de una resistencia
«valiente» frente a su «rodillo», co-
mo describió Rocío Monasterio.
De ahí que Abascal y la presi-
dente de Vox Madrid aprovecharan
la ocasión para arremeter contra el
PP y Ciudadanos por sumarse a la
ola reivindicativa del 8-M. La «ve-
leta» y la «derechita cobarde», dijo
el líder de Vox, participan de las
manifestaciones «para que no les
llamen fachas pero les llamarán fa-
chas de todos las maneras». «La iz-
quierda pone las ideas y luego las
veletas y las blanditas las secun-
dan, se dejan someter. Y luego
quieren venir a hablarnos de liber-
tad», criticó Monasterio.
Abascal advirtió expresamente a
Sánchez, Pablo Iglesias y su «con-
sorte» que sus políticas «no han
salvado a una sola mujer» pero
que, en cambio, habían colocado a
los hombres como culpables. El lí-
der de Vox arremetió contra Irene
Montero en varias ocasiones, aun-
que sin citarla, por el hecho de que
Iglesias tuviera que salir como un
«macho alfa» a defenderla.
Criticó que se haya montado «un
ministerio a la medida de la mujer
del vicepresidente» y que con la ley
de violencias sexuales sea una «ver-
güenza» que se pretenda que las mu-
jeres «lleguen solas y borrachas a ca-
sa mientras bajan las penas a los vio-

ladores». Fue aquí, a cuenta de la
seguridad de las mujeres, cuando re-
prochó a Pedro Sánchez que desde
que él Gobierna «las violaciones no
han dejado de aumentar de una ma-
nera dramática en España». Así co-
mo que haya «extranjeros con ante-
cedentes que se pasean libremente»
por las calles cuando, subrayó, éstos
están siendo responsables de la ma-
yoría de las agresiones sexuales a
mujeres en lo que llevamos de año.
«No incitamos al odio contra nadie,
incitamos el amor hacia nuestras
mujeres», dijo pidiendo datos oficia-
les sobre el origen de los violadores.
Sobre la educación sexual en los
colegios, que Vox quiere limitar
con el pin parental, se preguntó
por qué les gusta tanto «violentar a
los niños más pequeños en su ino-
cencia» en su afán por «hablar de
sexo». «Lo suyo está más cerca de
la corrupción de menores y la pe-
dofilia que de la educación», dijo.

Abascal saluda a los simpatizantes de Vox, junto a otros dirigentes, en el acto de ayer en Vistalegre (Madrid). JAVI MARTÍNEZ


Vox convierte


Vistalegre en un


ataque al 8-M


Abascal critica a las «locas del odio» y


dice que con Sánchez hay más violaciones


Por su parte, Monasterio atacó al
«feminismo radical» por pretender
que las mujeres sean «sumisas a su
agenda ideológica». «Esto es como si
te dejan poner un burka y luego lo
adornas con un bikini encima. Es ri-
dículo», manifestó. Macarena Olona,
otra de las principales mujeres de
Vox, salió también cargando contra
el 8-M. «El hombre no viola, viola el
violador. El hombre no mata, mata
un asesino. El hombre no maltrata,
maltrata un maltratador. El hombre
no humilla, humilla un cobarde. Hoy
estamos aquí, el 8 de marzo, la única
alternativa para decir alto y claro el
violador no eres tú por ser hombre».
Por otra parte, Abascal hizo críti-
cas feroces contra el Gobierno de
Pedro Sánchez al que acusó de ha-
ber pasado «de ilegítimo a criminal»
y recalcó que se había convertido
en «cómplice» del proyecto para
«destruir España, su unidad, su
prosperidad y su libertad».

Madrid era ayer más que nunca el rompeo-
las de todas las Españas, con permiso de
Machado, un Gobierno que se expresaba
con varias voces y en distintas manifesta-
ciones y todas contra Ciudadanos, que tu-
vo que abandonar por recomendación de la
Policía, sin que Marlaska hiciera nada pa-
ra proteger el derecho a manifestarse de
Villacís y sus compas. Resulta muy llama-
tivo que una causa como la feminista no
consiguiera ayer hacer marchar unidas a
las principales fuerzas políticas que forman

el Gobierno. Un Gobierno, dos concentra-
ciones, dos lideresas. Por una parte, Irene
Montero, que hizo una ley para adornarse
en la manifa. Por otra, Carmen Calvo, que
como no tenía ley fue con una gorra a cua-
dros y envió un recado a la feministra: «Al-
gunas llevamos en el 8-M 42 años, cuando
casi nadie estaba». Debió añadir: «¿Te vas
enterando, bonita?». Sánchez no estuvo, no
se puede estar en todo, pero envió a Bego,
que de alguna manera tiene que justificar
el sueldo del Instituto de Empresa.
El viernes hubo un momento cumbre
de la marquesa de Galapagar, que acom-
pañó por primera vez a la Reina Letizia a
la mesa de trabajo de la Asociación para la
Prevención y Atención de la Mujer Prosti-
tuida (APRAM). Habría sido una buena
ocasión para que Irene se acordase de las
niñas tuteladas prostituidas en Mallorca,
sobre lo que no la hemos oído decir ni mu,
más allá de «se está investigando y hasta
que no termine la investigación nos co-
rresponde ser cautelosos».

Fue un espectáculo notable por más de
un motivo. Era la primera vez que Irene
Ceaucescu ejercía de ministra de jornada,
después de haber dado plantón a la Reina
en un acto sobre violencia de género tres
días después de su toma de posesión, aun-
que tenía excusa según su escala de valo-
res: una entrevista apala-
brada en La Sexta.
También fue muy nota-
ble el discreto besuqueo
con que se despidieron la
Reina y la ninistra, como
dicen que la llama Carmen
Calvo, con un mote tan
agudo que no parece suyo.
Lo del beso llama la aten-
ción por dos motivos: en parte por el rela-
jo del protocolo y en parte por el coronavi-
rus. En el mismo informativo se podía ver
a la Reina Sofía ante el Cristo de Medina-
celi, pasando del clásico besapiés, precisa-
mente por el coronavirus.
Total que Podemos es Gobierno y tam-

bién oposición, con una ministra de Traba-
jo que dispone sus propios protocolos para
hacer frente al coronavirus en las empresas
sin necesidad de coordinarse con Sanidad
y dice el vicepresidente que lo está hacien-
do muy bien. El mismo vicepresidente que
animaba a los agricultores a apretar contra
el Gobierno del que es un
cargo destacado.
No es invento suyo. Re-
vel había retratado en El
ladrón en la casa vacía a
Mitterrand, un tipo con la
misma moral que la pare-
ja estelar de La Moncloa,
aunque con más talento.
«El papel que mejor en-
carnó en la política fue el de presidir go-
biernos de cohabitación, lo que le permi-
tía ser a la vez el jefe del Estado y el líder
de la oposición; disfrutaba de las ventajas
de la Presidencia mientras se divertía des-
truyendo al primer ministro». A ver quién
destruye a quién.

Es llamativo que
que ayer hubiera
un Gobierno y dos
concentraciones

Cada voz una


manifestación


A CONTRAPELO


SANTIAGO


GONZÁLEZ


Abascal fue frentista contra los
medios de comunicación, a los
que acusó de ser «medios de
manipulación» por
«estigmatizar» a Vox y
dedicarse a «picar carne» con
sus dirigentes. Son –dijo–
«medios sectarios usados para
condenar al disidente de la
dictadura progre». Mandó un
aviso: sugirió que podrían
comenzar a «señalar» a los
accionistas de los medios,
como los bancos, ante sus
votantes ya que «sin duda
tienen muchos clientes y
trabajadores» que apoyan a
Vox y que no deberían
permitir que «se estigmatice a
cuatro millones de españoles».

AVISA CON SEÑALAR


A ACCIONISTAS DE


MEDIOS CRÍTICOS


El miedo al contagio
por coronavirus hizo
que Vox no pudiera
llenar todo el recinto
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