Reino Unido 1,6 £ • Bélgica 2,65 euros • Portugal Continental 2 euros
Teléfono de atención al lector: 91 050 16 29
Lunes, 9 de marzo de 2020
© Unidad Editorial, Información Económica SLU, Madrid 2020. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser -ni en todo ni en parte- reproducida, distribuida, comunicada públicamente ni utilizada o registrada a través de ningún tipo de soporte o mecanismo, ni modificada o almacenada sin
la previa autorización escrita de la sociedad editora. Conforme a lo dispuesto en el artículo 32 de la Ley de Propiedad Intelectual, “queda expresamente prohibida la reproducción de los contenidos de esta publicación con fines comerciales a través de recopilaciones de artículos periodísticos”.
LA VASCA EUROCYBCAR HA DESARROLLADO EL PRIMER PROGRAMA DE PRUEBAS PARA VERIFICAR EL NIVEL DE
CIBERSEGURIDAD DE LOS AUTOMÓVILES. BUSCAN CONVERTIR ESTE TEST EN UN ESTÁNDAR EUROPEO.Javier G. Fernández. Madrid
En 2015, dos especialistas en
ciberseguridad, Charlie Mi-
ller y Chris Valasek, hackea-
ron de forma remota un Jeep
Cherooke a través de un orde-
nador a cientos de kilómetros.
Los hackers, relató en su mo-
mento la revista Wired, toma-
ron el control del vehículo, ac-
cionar los frenos y desconec-
tar el motor en mitad de la au-
topista. Este incidente obligó
a la marca a llamar a 1,4 millo-
nes de coches a revisión en
Estados Unidos, siendo la pri-
mera vez que un fabricante se
veía obligado a emitir una
alerta por preocupaciones de-
bidas a la ciberseguridad.
“Cinco años después sigue
sin haber forma de certificar
si un vehículo es ciberseguro
o no y ninguna marca lo pue-
de garantizar”, afirma Azuce-
na Hernández, consejera de-
legada de Eurocybcar. Esta
empresa con sede en Vitoria,
y fundada hace poco más de
un año, ha desarrollado el pri-
mer programa de pruebas pa-
ra verificar el nivel de ciberse-
guridad de los automóviles.
Igual que se sabe que un co-
che es seguro en caso de acci-
dente gracias a los test de Eu-
ro NCAP, esta empresa vasca
aspira a que su modelo se con-
vierte en un estándar europeo
a la hora de certificar si un au-
tomóvil es ciberseguro.
El examen de Eurocybcar,
que cuenta con un equipo de
ingenieros y expertos en ci-
berseguridad que rastrean los
coches en busca de vulnerabi-
lidades, realiza tres tipos de
pruebas a los vehículos: un
examen físico, donde se mide
el nivel de encriptado de siste-
mas como el airbag; remoto,
en los que se analiza todo
aquello que esté conectado a
Internet; y un examen de las
aplicaciones que los fabrican-
tes instalan en sus coches.
El test busca determinar en
qué medida el vehículo es ca-
paz de proteger los datos de
los ocupantes y, lo que es más
relevante, su integridad física.
“Nuestro test se basa en anali-
zar lo que pueda hacer unhacker que disponga de pocos
recursos para infectar un co-
che, afectar a los sistemas de
control y provocar acciden-
tes”, explica Hernández.
Entre los clientes de la
compañía, que se encuentra
bajo el paraguas del Basque
Cibersecurity Centre, uno de
los centros de ciberseguridad
de referencia en Europa, se
encuentran fabricantes de au-
tomóviles e instituciones pú-
blicas. El Gobierno vasco y la
Guardia Civil ya están utili-DreamstimeEl Gobierno vasco
y la Guardia Civil ya
emplean este test
para certificar sus
flotas de vehículosEl primer test de ciberseguridad
para coches lleva sello español
Código
A partir de 2022 no
se podrán vender
coches en Europa
sin certificado de
ciberseguridadEl aumento de los componentes electrónicos en los coches facilita
los hackeos informáticos.Executive MBA.Tuexperiencia es un grado. Ponla envalorydaunpasohacia adelantedesarrollando tus
competencias directivas, potenciando habilidades de liderazgoygenerando sinergiasconotros
profesionales en un entorno de aprendizaje al más altonivel.What’snextforyou?
What’s next for expertise?
Wemake
it happeneae.es
900494805Abiertaconvocatoria 2020
Campus MadridyBarcelona91 275 19 88
LLAMAYAALSUSCRÍBETE A
30
%
DTO
+GOOGLEHOME
GRATIS
zando esta tecnología para
certificar la seguridad ciber-
nética de sus vehículos.
“Cualquier empresa que ten-
ga una flota de vehículos pue-
de contratar nuestro servi-
cio”, señala. Además, Eu-
rocybcar trabaja en la elabo-
ración de un ranking de la
mano con los modelos más ci-
berseguros del mercado.
Hernández asegura que ha
recibido interés de grandes
grupos europeos para adqui-
rir su empresa. “Hemos re-
chazado ofertas en los últi-
mos meses, pero nos resisti-
mos a vender”, aseguraRegulación
En los últimos años, los auto-
móviles han ido incorporan-
do más soluciones digitales:
desde conexiones WiFi, a na-
vegadores, sistema de llama-
da de emergencia o aplicacio-
nes para abrir el coche. Todo
esto ha amplificado las vías de
acceso de los piratas informá-
ticos. Se estima que 2023 ha-
brá en circulación más de 775
millones de coches conecta-
dos.
Todo ello ha llevado a la im-
plantación de una nueva regu-
lación de la ONU, que se apro-
bará previsiblemente este
mes, y se verá reflejada, a par-
tir de 2022, en un Reglamento
Europeo de Seguridad de
Vehículos, que no permitirá la
venta de vehículos en la Unión
Europea sin un certificado de
ciberseguridad. “Desde el mo-
mento en que se diseña el co-
che, éste tendrá que pasar
pruebas de ciberseguridad”,
apunta Hernández.Me encantaría poder comentar
el anteproyecto de ley aprobado
por el Consejo de Ministros que
va de libertad, sexo, manadas,
machitos, machotes y otros vo-
cablos que ignoro. Pero no pue-
do. No tengo ni idea de lo que
pretende, ni de lo que regula, ni
–por descontado– cómo lo re-
gula. Según periodistas que sue-
len tener buenas fuentes en este
Gobierno, los ministros lo han
remitido a las Cortes sin saber
mucho más que yo. Debe ser
una manera rotundamente pro-
gresista de gobernar, aunque,
insisten esas fuentes, no es la
primera vez que pasa.
No quiero ni pensar qué pasa-
ría si trascendiera que el consejo
de administración de una gran
empresa diera luz verde a dos
textos contradictorios que, por
ejemplo, regularan el control de
compras. Uno patrocinado por
el CFO, auditor hasta la médula,
y otro por el director comercial.
El estrecho pretende que se des-
pida al empleado que cobre co-
misiones de los proveedores y el
otro, acostumbrado a vender ne-
veras a esquimales, que se venti-
le con una reprimenda. Como la
disputa pilla al CEO fuera de jue-
go, los consejeros aprueban los
dos textos sin rechistar. El códi-
go penal calificaría su conducta
como dejación de funciones, pe-
ro su fe en el presidente que les
mantiene es inquebrantable.
Hay que reconocer que estos
progres son maestros titulando.
Ese anteproyecto de ley orgáni-
ca ha sido bautizado como “ley
de garantía integral de la liber-
tad sexual”. Que nadie se lleve a
engaño; no va de barra libre (si-
no, al contrario, del disclosure
necesario ante cualquier inten-
to de ligoteo), ni de medidas de
seguridad ni tampoco de respe-
tar a los que, usando su liber-tad, optan por la castidad.
Según la referencia del Con-
sejo de Ministros, la ley tampoco
es modesta. “Está ley (...) signifi-
cará la protección integral (?) del
derecho a la libertad sexual (?)
de todas las personas, así como la
erradicación de todas las violen-
cias sexuales”. Nunca entenderé
como propósitos tan nobles se
estrellan ante tanta discrepancia;
salvo que los propósitos no sean
tan nobles o la presentación de la
ley no se ajuste a su realidad.
La referencia también asegu-
ra que la ley recoge muchas de
las demandas del movimiento
feminista, pero aquí tampoco
hay acuerdo, diálogo ni mesa de
negociación. No sé si en las de-
mandas, o en si las recoge o no, o
si las que recoge no las reconoce
como suyas. Me tomo muy en
serio la igualdad de hombres y
mujeres y combato como puedo
la discriminación; pero si el mo-
vimiento feminista quiere pro-
gresar debería hacerse enten-
der. Puede que no quiera pro-
gresar, o que no comparta que
tenga necesidad de hacerlo, o
que crean que los que no les en-
tendemos no tenemos altura pa-
ra hacerlo. Sea lo que fuere, yo
no entiendo nada. Para explicar
mi desconcierto diría que no me
siento machista, aunque estoy
convencido de que cualquier fe-
minista me considera machista.
Pero no sé por qué y, por tanto,
no sabría cómo dejar de serlo.
Una derivada prometedora
es una agria polémica más entre
ministros, el cabreo monumen-
tal del presidente –en propor-
ción inversa a nuestra indisi-
mulada alegría porque se le
agriete el Gobierno– y el del
enésimo vice, que no parece so-
portar que nadie toque a ningu-
na de las suyas.Libertad sexual
LA ÚLTIMA PALABRA
IGNACIO DE LA RICA
@laultimapalabr