Seguidamente en orden de frecuencia se dan los problemas osteomusculares que representan
el 15% del total de los problemas crónicos. La prevalencia en la población sería del 7%.
A continuación se dan los problemas endocrinológicos destacando la diabetes como problema
específico que en términos de prevalencia interesaría en Navarra al 4% de la población mayor de
16 años.
El cuarto grupo de población lo constituyen los problemas de salud mental (9% del total). En
la mitad de los casos los problemas son depresión o ansiedad.
El envejecimiento de nuestra población y el crecimiento de la población mayor de 80 años
producen un incremento de determinados tipos de enfermedades como las enfermedades neu-
rodegenerativas y otras enfermedades crónicas.
Las defunciones según causa de muerte más significativa por orden de frecuencia han sido
(Navarra en Cifras 2000):
Sistema circulatorio
Tumores
Enfermedades respiratorias
Enfermedades digestivas
Causas externas
Accidentes de tráfico
Según el diagnóstico de salud de Navarra 2003, otros problemas de salud pública son: asma y
enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades profesionales y otros daños derivados del tra-
bajo y patología osteomuscular.
Los comportamientos asociados a los procesos crónicos más frecuentes se relacionan con:
· Los factores de riesgo. Los procesos crónicos se vinculan con distintos estilos de vida:
alimentación, ejercicio físico, consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, estrés, esti-
los de trabajo y ocio, comportamientos sexuales de riesgo, estilos de descanso/sueño
y posturales, exposición al sol, estilos relacionales...
· El diagnóstico: El diagnóstico suele implicar la utilización de determinados servicios
preventivos (pediátricos, de la persona adulta o anciana, de la mujer, cáncer de
mama...) y la realización de determinadas pruebas diagnósticas.
· La enfermedad y sus consecuencias. Tras la comunicación del diagnóstico las perso-
nas desarrollan comportamientos en relación con su aceptación, con reacciones de
distinta índole: negación, ansiedad, desesperación, rabia, depresión e indiferencia.
Estos procesos de aceptación se suelen desarrollar en fases. J. Bowlby distingue 4
fases: Embotamiento o “no reacción”, Negación, Desesperanza y desorganización
“como si todo se viniese abajo” y Reorganización o aceptación.
· El tratamiento farmacológico. Cada enfermedad requiere un tratamiento farmacológi-
co específico. La adherencia al tratamiento, se define como el grado de coincidencia
entre el comportamiento del paciente y las recomendaciones de control. Las personas
desarrollan comportamientos en relación con la adhesión al tratamiento, tomando o
no los medicamentos en la dosis, forma y periodicidad indicados.
· Las medidas de autocuidado. Además del tratamiento farmacológico, el manejo de la
enfermedad requiere la puesta en marcha de diversas medidas de autocuidado como
alimentación, ejercicio, higiene postural, relajación, etc.