•Que la responsabilidad debe ser compar-
tida por todos los agentes de la salud: de
la política sanitaria y de los políticos repre-
sentantes (Gestión de la salud mental), de
los trabajadores de la sanidad y los recursos
(atención a la salud mental), de las familias
(conocimiento, reivindicación, colabora-
ción), de las propias personas con enfer-
medad (participación), de la comunidad
(conocimiento, respeto) y de las entidades
representativas (unión, globalidad, repre-
sentación, defensa).
Por lo tanto y desde la visión del movimien-
to asociativo, la situación actual de la salud
mental y las perspectivas de futuro, deben
ser valoradas no como sujetos pasivos obje-
tos de atención, sino como agentes activos,
capaces de plantear mejoras, de participar
en la planificación, ejercicio y evaluación de
aquello que le competa, de establecer prio-
ridades, detectar necesidades y desarrollar
una actitud de corresponsabilidad con la
administración y con todos los agentes de
salud mental.