relativa a la salud. El tiempo que transcurre entre la recopilación y la notificación de los datos debe
ser mínimo para que el indicador transmita información actualizada y no información histórica.
- Reproducibilidad: Las mediciones deben ser iguales cuando son hechas por diferentes personas
usando el mismo método. Un indicador se considerará reproducible si no hay un sesgo por parte
del observador, los instrumentos de medición o las fuentes de datos, entre otros factores.
- Sostenibilidad: Se refiere a las condiciones necesarias para su estimación continua. Eso depende
de las condiciones locales para mantener las fuentes de datos, así como del mantenimiento de
la capacidad técnica para la estimación del indicador. Sobre todo, es sumamente importante
que exista voluntad política. Cabe mencionar que, cuanto más relevante y útil es el indicador
para la gestión de salud y más sencilla es su estimación, mayor es la probabilidad de que sea
sostenible. En general, los indicadores compuestos con métodos de cálculo más complejos (como
indicadores de carga de enfermedad, calidad de vida y expectativa de vida sin discapacidad,
entre otros), aunque tengan relevancia para la gestión, pueden tener limitaciones en cuanto
a su sostenibilidad por la falta de capacidad nacional para retener y mantener los recursos
técnicos necesarios en los servicios locales de salud. Por otro lado, si el indicador es importante,
se debe tratar de fortalecer las capacidades técnicas para generar el indicador.
- Relevancia e importancia: Los indicadores deben suministrar información adecuada y útil para
orientar las políticas y programas, así como para tomar decisiones. Por ejemplo, la estimación
de tasas de prevalencia de portadores de marcadores genéticos o biológicos predictores de
enfermedades para las cuales no existe intervención o método de prevención factible conocido
(por ejemplo, enfermedad de Alzheimer) puede tener una finalidad académica relevante, pero
es irrelevante para la gestión en salud.
- Comprensibilidad: El indicador debe ser comprendido por los responsables de emprender
acciones y, en particular, los que deben tomar las decisiones. La elección entre dos indicadores
semejantes que reflejan la misma condición de salud debe guiarse por aquello que, en esencia,
es más fácil de comprender. Por tanto, cuanto mejor se comprenda el indicador, mayor será la
probabilidad de que se lo considere en la toma de decisiones sobre la salud.
En resumen, los indicadores tienen un papel clave al convertir los datos en información
relevante para los responsables de tomar decisiones en el campo de la salud pública.
Los indicadores de salud son relevantes para definir las metas relacionadas con la
salud que deben trazarse las autoridades nacionales de salud.