metodológica ideal. Un ejemplo son las investigaciones sobre la prevalencia del tabaquismo
realizadas con métodos y poblaciones destinatarias diferentes. De todas maneras, tales
investigaciones pueden dar una idea general de la tendencia, prestando siempre atención a las
limitaciones pertinentes.
- VALIDEZ: Se refiere a la capacidad de la fuente para medir lo que se pretende medir (ausencia
de distorsiones, sesgos o errores sistemáticos). Los sesgos más relevantes son aquellos
relacionados con la selección de la población objeto de estudio y la calidad de la información
que se recopila. La fuente de datos debería incluir las variables necesarias para la elaboración
del indicador. Un ejemplo es el sistema de información de nacidos vivos que incluye datos sobre
malformaciones congénitas (incluida la microcefalia). En general, las observaciones hechas
al momento del nacimiento, sin exámenes complementarios y sin seguimiento de los niños,
tienden a subestimar la prevalencia de malformaciones congénitas. Aunque el sistema se
considera bastante sólido como base de datos para una serie de otros indicadores, no es válido
para estimar la prevalencia de malformaciones congénitas en niños.
- SENTIDO DE OPORTUNIDAD: Esto se refiere a la disponibilidad y fiabilidad de los datos en
el momento en que es necesario construir los indicadores. De este modo, será mayor la
posibilidad de elaborar indicadores oportunos para la toma de decisiones relacionadas con
la salud.
- ESTRATIFICACIÓN: Muchos problemas relacionados con la salud requieren indicadores
estratificados por subgrupos poblacionales o por áreas de particular interés. El nivel de desglose
disponible en la fuente de datos escogida genera múltiples interpretaciones analíticas. Estas
consideraciones pueden ampliar o limitar en gran medida el uso del indicador para la toma de
decisiones.
- SOSTENIBILIDAD: Este atributo se refiere al potencial de la fuente de seguir siendo pertinente
y mantener la calidad necesaria para generar información con el transcurso del tiempo. Esto
depende no solo de la periodicidad de la recopilación de datos, sino también de la disponibilidad
de los recursos financieros necesarios para mantener esa fuente de datos en particular, el marco
legal y la voluntad política, entre otros factores. Las encuestas realizadas por teléfono suelen
ser más sostenibles porque requieren menos recursos. Sin embargo, las encuestas telefónicas
presentan limitaciones en comparación con las encuestas que se basan en entrevistas personales
y mediciones biométricas.