157
Capítulo 16
La anemia en la patología cardiovascular
de las enfermedades renales
Dr. José Antonio Herrero Calvo
Médico especialista en Nefrología. Servicio de Nefrología del Hospital Clínico San Carlos, Madrid.
Profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid
Anemia e insuficiencia renal
En 1836 Richard Bright estableció por primera vez la asocia-
ción entre anemia e insuficiencia renal, y desde esta primera
descripción hasta la actualidad el tema ha suscitado un gran
interés. La anemia es muy prevalente en la insuficiencia renal
crónica, más cuanto mayor sea el grado de deterioro de la
función renal, de tal manera que afecta a más del 90% de
los pacientes en diálisis. Tiene una importante repercusión
clínica, dado que puede afectar a distintos órganos y siste-
mas, fundamentalmente al sistema cardiovascular. Incide en
la sensación de bienestar, en la calidad de vida y, en suma,
en la evolución general de los enfermos.
Hasta principios de la década de los noventa, el
tratamiento de la anemia era poco satisfactorio en una
proporción elevada de pacientes con insuficiencia renal
crónica. Sin embargo, desde entonces la disponibilidad de
la eritropoyetina humana recombinante (Hr-EPO), fármaco
sintetizado mediante ingeniería genética, ha transformado
de manera radical la situación. La aplicación de medidas
terapéuticas tempranas, además de mantener la calidad
de vida, previene futuras complicaciones. Por eso son muy
importantes el diagnóstico y el tratamiento precoces.
Conceptos básicos sobre fisiología renal
e insuficiencia renal crónica
Los riñones tienen varias funciones. Por un lado, la función
exocrina, que consiste en la excreción de productos de
desecho (por ejemplo, la urea y la creatinina), junto con la
regulación del equilibrio del agua corporal y de los electro-
litos (por ejemplo, el sodio y el potasio), así como del equi-
librio ácido-base. El resultado de todo ello es la producción
de orina. Por otro lado, tienen funciones endocrinas, entre
las que se encuentra la síntesis de eritropoyetina, hormona
encargada de producir glóbulos rojos.
Las unidades funcionales renales que producen la
orina son las nefronas, que constan de un ovillo de vasos
sanguíneos muy finos (capilares) llamado glomérulo y de
un sistema de recolección llamado túbulo. A través de las
paredes de los glomérulos se filtra el líquido plasmático
(filtrado glomerular), que pasa a los túbulos, donde sufre
algunas transformaciones, para finalmente llegar a la pel-
vis renal y al uréter en forma de orina. Al nacer, cada riñón
tiene aproximadamente un millón de nefronas, que se
caracterizan por no poder multiplicarse, de tal manera que
la lesión irreversible de cada una de ellas hace que el resto
deba suplir a las que han sido destruidas.
Cuando tiene lugar una destrucción irreversible
de un número significativo de nefronas, cualquiera que
sea la causa, aparece la insuficiencia renal crónica, lo que
implica un descenso del filtrado glomerular. En la insufi-
ciencia renal crónica se produce la falta de eliminación
urinaria de sustancias de desecho, que además se elevan
en sangre (por ejemplo, la urea y la creatinina). También
se produce un desequilibrio del agua corporal, con