LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR
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esofágica, fundamentalmente por el ácido. Los modernos
métodos de exploración, sobre todo la pHmetría ambula-
toria de larga duración, concretamente de 24 horas, han
permitido un buen conocimiento de estos pacientes y han
posibilitado una correcta relación entre las crisis de dolor
torácico y la presencia de episodios patológicos de reflujo.
El diagnóstico de reflujo gastroesofágico se estima
que se realiza, según diversas series, en el 40% de los
pacientes con dolor torácico que tienen sus arterias coro-
narias normales. El reflujo gastroesofágico es, pues, la
causa más común e identificable de dolor torácico, además
de la enfermedad coronaria. El problema fundamental que
se plantea en estos pacientes es el poder asegurar que el
dolor torácico obedece a reflujo gastroesofágico y que éste
no es simplemente un hallazgo más. Esto se debe a que, a
pesar de que la pHmetría de 24 horas demuestra que existe
reflujo patológico, no en todos los pacientes los episodios
de reflujo se acompañan de dolor. Por lo general, la coin-
cidencia de reflujo y dolor mediante estas investigaciones
se observa en la mitad de los casos; puede por tanto ase-
gurarse en ellos la naturaleza del dolor. En el dolor torácico
por reflujo gastroesofágico el tratamiento con fármacos
inhibidores de la bomba de protones en una dosis doble
es un buen proceder, puesto que el dolor desaparece en
todos los casos de este origen.
Dolor torácico de origen esofágico por efecto mixto
En muchos pacientes la causa del dolor torácico es la
coexistencia de reflujo gastroesofágico y trastornos moto-
res. En general, en presencia del primero son frecuentes
determinadas alteraciones manométricas. Aunque unas
son de poca importancia, otras son de tal magnitud que
pueden justificar el dolor. La experiencia ha demostrado
que cuando se trata el reflujo gastroesofágico con fárma-
cos, desaparecen o mejoran las alteraciones motoras y se
observa una mejor respuesta clínica.
Hipersensibilidad esofágica
En un grupo de pacientes que presentan dolor torácico y
en los que se descartan otras causas, tan sólo se observa
la existencia de reflujo gastroesofágico, y en ocasiones de
grado pequeño. Bastantes estudios científicos han demos-
trado cómo en muchos de estos casos el dolor se debe a
que la mucosa esofágica tiene una gran hipersensibilidad,
y a que el contacto con el ácido proveniente del estómago
puede desencadenarlo. Esto queda corroborado por algu-
nas pruebas, como la instilación de ácido en el esófago,
con la que se demuestra el desencadenamiento de dolor con
iguales características a las que el paciente refiere en su
historia clínica.
Esófago y cardiopatía isquémica
A veces la causa del dolor es más compleja y en un mismo
paciente pueden coincidir más de una causa; no es raro
que bastantes pacientes con enfermedad coronaria pre-
senten además algún tipo de patología esofágica, gene-
ralmente reflujo gastroesofágico. Por ello deben atenderse
especialmente dos situaciones muy específicas: aquellas
en las que existen alteraciones esofágicas en pacientes con
cardiopatía isquémica (angina e infarto) con arterias coro-
narias enfermas, y aquellas en las que se constatan altera-
ciones esofágicas en pacientes con cardiopatía isquémica
con arterias coronarias normales (en muchos de éstos la
causa es una angina microvascular).
Esófago y trastornos psiquiátricos
En otro capítulo de este libro se repasan las causas psi-
quiátricas del dolor torácico. Es necesario aclarar que en
muchos pacientes existe una intrincación de causas esofá-
gicas y psiquiátricas. No es rara la existencia de pacientes
que, además de una enfermedad por reflujo gastroesofá-
gico o un trastorno motor determinado, presentan tam-
bién un cuadro de depresión o, lo que es más frecuente,
un estado de ansiedad. En estas situaciones, la colabora-
ción con el psiquiatra debe ser muy estrecha, ya que de
ésta depende el éxito diagnóstico. No obstante, cuando
el cuadro que predomina es el esofágico, los síntomas de
ansiedad pueden ser secundarios a la presencia de dolor.
La desaparición de éste con el tratamiento para el reflujo
hace también mejorar de forma manifiesta la ansiedad.
Consultas más frecuentes
¿El dolor torácico es habitual en los pacientes con reflujo
gastroesofágico?
Es bastante más habitual de lo que se cree. El esófago está inervado
por los mismos nervios que el corazón, de ahí que, cuando se origina
dolor torácico, éste tiene unas características muy similares al dolor
de origen cardíaco. El dolor torácico puede deberse a la estimula-
ción de los quimiorreceptores o de los mecanorreceptores que exis-
ten en el esófago. Los primeros son sensibles al ácido, y los segundos
responden ante un trastorno motor esofágico secundario a la exis-
tencia de reflujo. No es extraño que pacientes con enfermedad por
reflujo gastroesofágico presenten además patología coronaria, lo
que dificulta no sólo el diagnóstico, sino también el tratamiento.