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ALCOHOL Y TABACO EN LA PATOLOGÍA CARDIOVASCULAR
embargo, que en aquellas personas abstemias sea más cardiosa-
ludable empezar a beber. Además, la ingesta alcohólica supone
un riesgo de padecer otras patologías diferentes, para las cuales
las personas abstemias presentan un riesgo menor.
¿Cuál es el consumo alcohólico considerado razonable y salu-
dable desde el punto de vista cardiovascular?
Varía según las personas, los diversos factores metabólicos y la
masa corporal. Sin embargo, de forma general se considera salu-
dable la ingesta de una a dos bebidas alcohólicas al día para los
hombres y de una para las mujeres. Se entiende por bebida alco-
hólica un vaso pequeño de vino, un vaso grande (un tercio) de
cerveza o 30-40 ml de bebidas de mayor gradación alcohólica. En
todo caso, en aquellas personas que habitualmente consuman
menos de esas cantidades no se recomienda aumentar la ingesta
alcohólica.
Si ya se ha tenido una enfermedad cardiovascular, ¿se evitará
que vuelva a suceder si se beben cantidades moderadas de
alcohol o si se deja de fumar?
Si ya se ha tenido alguna enfermedad de esa índole (infarto agudo
de miocardio, angina de pecho, infarto cerebral o enfermedad
de las arterias de las piernas), no debería empezarse a beber si
no se hacía antes. Si ya se consumía alcohol, efectivamente sería
beneficioso que se limitase la cantidad a las recomendadas pre-
viamente. Las personas que ya tienen enfermedades cardiovascu-
lares, por definición, presentan un riesgo mayor de volver a sufrir
un episodio que la población sana. Sin embargo, limitar el con-
sumo alcohólico a las cantidades recomendadas puede reducir
ese riesgo de forma discreta.
Dejar el tabaco siempre es beneficioso. En el caso con-
creto de los pacientes con enfermedad cardiovascular previa, el
abandono durante más de 2-3 años llega casi a igualar el riesgo
de sufrir un nuevo episodio con aquellos enfermos cardiovascula-
res que nunca habían fumado.
¿Los fumadores pasivos tienen mayor riesgo cardiovascular
que los no fumadores? ¿Y los fumadores ocasionales o de
cigarrillos bajos en nicotina?
En ambos casos la respuesta es afirmativa. Numerosos estudios
demuestran un aumento del riesgo en fumadores de cigarrillos
bajos en nicotina (que puede llegar a ser de hasta el 40% del riesgo
cardiovascular). Igualmente, se ha demostrado que los no fuma-
dores expuestos a ambientes con humo (trabajadores en bares o
locales de fumadores, personas que conviven con fumadores que
fuman en el domicilio, etc.) tienen un mayor riesgo de sufrir enfer-
medades, no sólo cardiovasculares, sino también de pulmón, que
aquellos que trabajan o viven en espacios libres de humo.
¿Cuál es el mejor sistema para dejar el tabaco?
Hay diversas formas de tratamiento que normalmente se adap-
tan al grado de dependencia del tabaco de cada persona, a sus
enfermedades previas y a sus hábitos como fumador. En general,
el mejor sistema es recurrir al médico de cabecera, quien propon-
drá el método más idóneo o remitirá al paciente al especialista
más adecuado que pueda ayudarle.
Glosario
Estudios epidemiológicos: estudios en los cuales se basa la
investigación médica; se denominan también estudios de investi-
gación médica. La epidemiología usa estos estudios para encontrar
las causas que determinan la enfermedad o los factores de riesgo
que hacen más probable que una persona se enferme; asimismo,
emplea estos estudios para determinar los factores protectores o
terapéuticos (como los fármacos) que permiten sanar a la persona
o prevenir la enfermedad. Los estudios epidemiológicos permiten
establecer la relación entre las causas de la enfermedad (variables
independientes) y la influencia de éstas en el desarrollo (o no) de
la enfermedad (variable dependiente).
Ictus hemorrágico: enfermedad cerebrovascular que afecta a los
vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. En este caso,
el vaso se rompe, lo que provoca que la sangre irrumpa en el cere-
bro. Al entrar, la sangre comprime el tejido cerebral.
Ictus isquémico: está causado por una obstrucción del vaso
sanguíneo. Los coágulos causantes del problema se denominan
trombos cerebrales o embolismo cerebral. Este problema se suele
producir por el desarrollo de depósitos de grasa en las paredes
del vaso; es lo que se denomina ateroesclerosis.
Incidencia: número de casos nuevos de una enfermedad en una
población determinada y en un período concreto. No debe con-
fundirse con la prevalencia.
Isquemia: falta de aporte de riego sanguíneo y, por tanto, de oxí-
geno a un determinado tejido u órgano.
Prevalencia: proporción de individuos de una población que pre-
sentan un evento concreto en un tiempo determinado. Mide la
frecuencia de la enfermedad.
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