Los Hongos son una especie muy prolífera, ya que se conocen más de 100,
clases diferentes, pero solo 100 de ellas pertenecen al tipo Candida Albicans y
dentro de ellas son 12 las que generan infección y los malestares que conoces,
irritación, descoloración, pérdida de la piel, rasquiña y muchos efectos más.
Para aquellos apasionados en el tema y que desean profundizar sobre los
hongos, deben saber que el Hongo pasa por dos etapas, una primera
inofensiva en donde solo se incuba en la piel y permanece como un parásito,
la cual podrías eliminar fácilmente con higiene y cuidado. Pero si no le paras
atención a la presencia a veces silenciosa del Hongo, y te descuidas como por
ejemplo no secándote los pies o dejándolos húmedos dentro del zapato por
largo tiempo aún después de haber finalizado el deporte, en donde has sudado
mucho, en ese momento el Hongo pasa a la etapa dos en donde se convierte
en un moho con la suficiente capacidad para infectar la zona que le rodea y
seguir adelante en su capacidad destructiva, hasta donde lo dejes.
Este moho no lo puedes observar a simple vista y por ello a veces se descuida.
Solo cuando la rasquiña es excesiva y molesta o cuando la apariencia del
Hongo y la infección se complica, es que comienzas a pensar en serio en el
problema en el que te has metido, consciente o inconscientemente. Sin
embargo, la clave en este punto de lectura es que ganes consciencia del
peligro del Hongo, de la infección creciente que se avecina, y de la
importancia de tomar acción de inmediato....
a) Lo primero es prepararte para reconocer que estás ante la presencia de
un Hongo. Recuerda que los ambientes húmedos y la suciedad son sus
amigos, y debes alejarte de estos lugares potencialmente generadores
de Hongos. Por ejemplo las duchas, las piscinas, andar descalzo por el
piso, tocar todo lo que te encuentras sin importar si está limpio o
sucio.