palacio. Estas casas estaban rodeadas por un patio, al que se
abrían las distintas habitaciones. Las casas se construían gene
ralmente sin ventanas, atendiendo a las condiciones climatoló
gicas y por cuestiones de seguridad. En lugar de las ventanas, se
dejaba entre el tejado —casi siempre plano— y el borde supe
rior de las paredes una abertura, por la que penetraban luz y
aire en las habitaciones. Eran raras las viviendas de varios pisos
y la mayoría estaban orientadas hacia el norte. La casa sólo
tenía una puerta exterior* que daba a la calle; las demás se
abrían al patio. A través de la puerta de la casa se penetraba
primero en el vestíbulo, que prestaba al resto de las habita
ciones, que formaban la parte de vivienda propiamente dicha,
una cierta independencia. Los arquitectos mesopotámicos nos
han dejado también planos de ciudades y de casas (como el fa
moso plano de la ciudad de Nippur o el recientemente publi
cado de los alrededores de esta ciudad), que, por sus detalladas
indicaciones, sirven incluso de ayuda a los excavadores.
Sobre la arquitectura interior mencionaremos las más impor
tantes instalaciones de los palacios mesopotámicos: cocinas,
cuartos de baño con bañeras de cerámica, tocadores, fuentes es
pecialmente construidas, etc. La necesidad de u n aprovisiona
miento regular de agua llevó a que se construyeran conduc
ciones dé agua y acueductos (por ejemplo, las famosas conduc
ciones de agua de Senaquerib, de más de 50 km. de recorrido,
que llevaban a Nínive el agua de las montañas limítrofes). Con
ellos hay que contar también los correspondientes diques,
muelles y canales.
Fig. 34. fragmento de un relieve asirio del palacio de Senaquerib en Nínive,
representando un guffa. British Museum, Londres