versas situaciones jurídicas (las lesiones a una mujer embaraza
da que ocasionan un aborto, las relaciones entre padres e hijos,
el rapto de una hija, la responsabilidad de los pastores, etc.).
Sin duda, también esta obra fue utilizada como manual por
jueces y escribas. Recientemente, se ha encontrado también
otro fragmento, procedente de Kish, del que sólo pueden leer
se dos normas. Una de ellas se refiere a la fijación del salario de
los carreteros y la Otra al castigo de los ladrones.
La vida jurídica y económica de los sumerios era extraordina
riamente rica y variada, según se deduce de los miles y miles de
documentos sobre la vida cotidiana. Especialmente los docu
mentos, que datan de la época de la III dinastía de Ur, nos
describen las múltiples relaciones en este campo. Con ello con
cuerda también la extraordinariamente desarrollada actividad
de los tribunales sumerios, que está demostrada por cientos de
protocolos y veredictos (los llamados di — til — la, «asuntos
jurídicos ultimados»). ;
LAS LEYES DE LIPITESHTAR
Los fragmentos de las leyes descubiertas en Nippur hace 60
años por la expedición arqueológica de la Universidad de Pen-
silvania, redactados en sumerio, son posteriores en unos 50
años. Fueron editadas poco después de la Segunda Guerra
Mundial. Más tarde, la edición se aumentó con nuevos frag
mentos, descubiertos por N. S. Kramer y F. R. Steele entre el
material cuneiforme de la colección de la Universidad de Fila-
delfia. El último arqueólogo mencionado editó entonces toda
la obra con el título de «The Code of Lipit-Ishtar». Algunos de
los nuevos fragmentos descubiertos eran iguales a los ya conoci
dos, otros contenían nuevas normas. Se demostró también que
el-texto que se halla en el Louvre, considerado hasta entonces
como un himno dedicado a Lipiteshtar, era el duplicado de
uno de los nuevos fragmentos encontrados y que constituía el
prólogo del código de este rey. Este fragmento es la transcrip
ción de un prototipo más antiguo, que habría sido grabado en
una estela. No está claro si se trata de una simple traducción
del original acadio, yá que Lipiteshtar fue un rey amorreo, es
decir, semita y no sumerio. El original del texto abarcaba apro
ximadamente 1.200 líneas. Hoy puede leerse cerca de la tercera
parte: el prólogo, unos 40 preceptos y parte del epílogo.
También Lipiteshtar se presenta en el prólogo como el apo
derado de los dioses, cuyos mandatos debe cumplir. Por el
epílogo podemos saber qué sanciones se aplicaban a quien
transgredía sus leyes. Los preceptos tienen, el carácter típico de
una legislación clasista. Algunos de ellos se ocupan de la si
tuación de los esclavos y castigan la admisión y ocultamiento de