encontraba muy desarrollada, como demuestran los textos ma
temáticos conservados, en los que se solucionan complicados
problemas. Este vasto material indica que las escuelas sumerias
consideraban la matemática como una importante especialidad
y que en ellas se educaron muchos y buenos calculadores. Se
conocían también los fundamentos de la elevación a potencias
y de la extracción de raíces, y entre los textos matemáticos se
encuentran, entre otras cosas, ecuaciones de primer y segundo
grado. Por esto, no sería descabellado atribuir el descubrimien
to del álgebra a los anónimos matemáticos de las escuelas me-
‘ sopotámicas.
La geometría tenía en Mesopotamia un carácter fundamen
talmente pragmático: servía para hacer el cálculo de superficies
y volúmenes. Era necesario, por ejemplo, para la venta de los
bienes inmuebles o para las particiones de herencias, determi
nar por escrito la extensión de estos bienes. Para fijar la canti
dad de grano que se necesitaba para la siembra, tenía que co
nocerse el área del terreno. Tras las inundaciones anuales, que
borraban a menudo las marcas de los límites de los terrenos,
era necesario realizar nuevamente la medición de los campos.
Se han conservado hasta nuestros días varios planos de terre
nos, que nos posibilitan conocer el sistema de agrimensura uti
lizado en aquel entonces. Guando las parcelas de terreno
tenían forma irregular, la superficie que debía medirse se
dividía en triángulos o cuadrados, para cuyo cálculo se disponía
de fórmulas.
Otra de las aplicaciones prácticas de la geometría era deter
minar la cantidad de tierra necesaria para formar diques o
terraplenes, así como calcular la capacidad de carga de los bar
cos o el volumen de los recipientes. La geometría se estudiaba
en Mesopotamia como materia teórica, como nos indican las
colecciones encontradas de problemas geométricos, en muchos
de los cuales esta también indicada la solución. Los últimos
hallazgos de Eshnunna confirman que los principios de Eucli-
des y el teorema de Pitágoras se conocían en Mesopotamia ya
desde principios del segundo milenio antes de nuestra era;
El sistema de medidas
Los aritméticos mesopotámicos prestaron también, indu
dablemente, grandes servicios al desarrollo del sistema de pesas
y medidas. Este estaba basado en el sistema sexagesimal, de
modo que podemos situar su origen en una época muy remota,
lo que se ve confirmado también por los nombres con los que
se designaban algunas de las pesas o medidas. La medida de
longitud más usual era la vara (= 24 dedos), que abarcaba