la tierra. A cada estrella le correspondía un lugar fijo en el cielo
y un recorrido determinado.
LOS CONOCIMIENTOS GEOGRAFICOS
Las numerosas campañas guerreras y los viajes comerciales o
diplomáticos contribuyeron a que los mesopotámicos poseye
ran amplios conocimientos geográficos. Se ha conservado una
lista de época sumeria, en la que están registradas las ciudades
con las que mantenía relaciones comerciales el templo de La-
gash. De época algo posterior se conocen las «topografías»
acadio-sumerias, en las que se especifican los nombres de di
versas regiones, países, ciudades, ríos, canales y montañas. Los
reyes asirlos mandaron establecer listas, que facilitaban el
cobro de impuestos. Junto a cada una de las localidades re
gistradas eri estas listas se indicaban los impuestos y contribu
ciones que debían abonar los habitantes a las arcas de palacio.
No menos interesantes eran los itinerarios, que contenían indi
caciones sobre diversas localidades, así como los lugares de des
canso y las distancias existentes entre ellas. De la época de Sar-
górí de Akkad procede también un índice de los países con
quistados por este soberano. Al lado de la descripción de las
fronteras, contienen indicaciones precisas sobre la extensión de
los distintos países, medidas según «horas dobles». Así, en este
índice puede leerse, por ejemplo: «El viaje a través dé Elam du
ra 90 horas dobles, a través de Akkad 180 horas dobles», etc.
De este Indice sólo se ha conservado una copia de época poste
rior. Con los planos de las ciudades y sus alrededores , cuya pre
cisión ha sido confirmada por las excavaciones realizadas en la
actualidad, se conoce también un «mapamundi». Se ha conser
vado en una copia de época neobabilónica encontrada en Sip-
par y su formato es de aproximadamente 12 x 8 cm. Se trata,
con gran probabilidad, del reino de Sargón de Akkad. El m un
do está representado como una superficie circular, rodeado por
otra zona circular, que a su vez, representa sín duda el océano,
el cual recibe el nombre de «río amargo». En el centro del
círculo interior está situada Babilonia y al norte de ésta se en
cuentra Asiría. El Curso del Eufrates está trazado desde el norte
hasta íos pantanos del sur. De la «zona oceánica» exterior,
sobresalen siete triángulos, cuya Cúspide señala probablemente
regiones muy lejanas. Junto a uno de estos triángulos se indica
que se trata de un país donde «no se ve el sol». De estas pa
labras puede deducirse que los mesopotámicos tienen que ha
berse formado una idea de la noche polar. No resulta impro
bable que estos «mapamundis» hayan servido más tarde como
modelo a griegos y árabes.