ciones conservadas en el museo de Estambul, otro canto de
amor sumerio. Trata sobre el amor entre Shüsin, el soberano
de la III dinastía de Ur, y su prometida. Es tal vez el más anti
guo canto de amor de la literatura mundial. No resulta impro
bable que este canto fuera recitado durante las fiestas del
Nuevo Año por la novia, dentro del marco de las «Bodas sagra
das», el punto culminante de toda la fiesta. Incluimos un pe
queño pasaje de este canto:
Dios mío, dulce es la bebida que escancia la doncella,
y su vulva es dulce como su bebida, su bebida es dulce
y su vulva es dulce como su lengua, su bebida es dulce,
dulce es su bebida kashbir, su bebida es dulce.
Mi Shüsin, que me has otorgado tus favores,
M i Shüsin, que me has otorgado tus favores, que me has acari
ciado,
M i Shüsin, que me has otorgado tus favores,
Mi Shüsin, el bien amado de Enlil,
Mi Señor, que eres el dios en tu país.
Obras didácticas y «filosóficas»
(LA LLAMADA LITERATURA DOCTA)
Conocemos este tipo de obras principalmente por transcrip
ciones asirías y neobabilonías. Como obras didácticas se consi
deran sobre todo aquéllas que están redactadas en forma dialo
gada. Han sido designadas también como «debates» (por
ejemplo, el del verano con el invierno, el de la plata con el
cobre, el de la vaca con el caballo, el del tamarisco con la pal
mera, etc.). Forman parte también de las obras didácticas las
fábulas, algunas de las cuales están contenidas en los. grandes
mitos y epopeyas (por ejemplo, la fábula del zorro en la epope
ya de Gilgamesh, la del águila y la serpiente en el mito de Eta
n a,etc.). Merece especial mención el relato del sabio Akhiqar,
el canciller de Asarhaddón, a quien su desagradecido hijo
adoptivo pagó mal las buenas acciones recibidas de él. Esta
obra, redactada ya en arameo, está conservada en un papiro
que data del siglo V a. de C. Todos los personajes que aparecen
en ella tienen nombres asirios y el escenario de la acción está
también situado en Asiria.
La temática didáctica y moraüzadora aparece ya en los conju
ros sumerios y en los himnos sumerio-acadios al dios Ninurta,
donde, por ejemplo, puede leerse:
«Quien duerme con la mujer de otro, comete un grave peca
do. Quien jura en falso, es un difamador. Quien reniega de su