nocer una versión sumeria del tema de Job. Este poema pro
viene de Nippur y fue escrito más de mil años antes que el libro
bíblico de Job. El desgraciado, que antes había sido un hombre
justo y satisfecho, fue atacado por enfermedades. Dirigió en
tonces a su dios sus lamentaciones, rogándole que se apiadara
de él y le salvara. Veamos un fragmento de este notable po
ema, probablemente el más antiguo en su género de la litera
tura mundial:
«Me has infligido sufrimientos una y otra vez,
penetré en la casa y sombrío estaba m i espíritu,
yo, el hombre, salí a la calle, oprimido estaba m i corazón,
el dios justo me alcanzó a mí, el valiente, con su cólera
y me m iró con enemistad.
El pastor envió las fuerzas del mal contra mí, que no soy su
enemigo,
m i compañero no me dice la verdad,
m i amigo repite como mentira m i palabra verídica,
el ladino conspira contra m í
y tú, dios mío, le dejas sin castigo...
¿Por qué yo, el sabio, soy equiparado a los jóvenes necios?
¿Por qué j o , el ilustrado, soy llamado ignorante?.
El alimento abunda en todas partes, pero m i alimento es el
hambre.
El día en que a cada cual se le otorgó su destino, m i destino fu e
el sufrimiento.»
Más pesimista todavía, aunque el pesimismo se disimule con
la sátira, es ¿1 poema llamado «Diálogo entre el dueño y su
esclavo de aguda réplica». De este poema se conservan tres ver
siones neoasitias y un neobabílonia, pero el original data sin
duda alguna de una época mucho más antigua.
Se habla en el poema de una serie de decisiones tomadas por
el dueño, a las que el esclavo da su aprobación con entusiasmo,
recomendando su ejecución. Más tarde, el dueño cambia sus
decisiones, lo que encuentra igualmente la aprobación, un tan
to irónica, del esclavo. Algunos versos del poema nos darán
una clara idea de esto:
«Esclavo, ¡obedéceme!» — «Sí, m i dueño, sí» — «Mira,
quiero hacer una mala acción» — «Sí, hazla, m i dueño, hazla.
Si no haces ninguna mala acción, tu puchero se quedará vació.
¿Quién te dará de no ser así para que llenes tu estómago?». —
«No, esclavo, no quiero cometer ninguna mala acción» — «No
la cometas, m i dueño, no la cometas. A quien comete alguna