ce mucho una terraza elevada, cuyo examen está conduciendo
desde 1971 a resultados altamente interesantes, si bien no defi
nitivo1. De cualquier forma, este hallazgo proporciona una só
lida base a ia suposición de la existencia de una antiquísima vía
de comunicación por la que los sumerios pudieron muy bien
acceder en otros tiempos a Mesopotamia. Naturalmente, esta
suposición posee tan sólo un valor meramente hipotético. En
cualquier caso, existen determinados indicios que prestan inte
rés a esta conjetura.
Los arqueólogos franceses han descubierto en Turang-Tepe
los impresionantes restos de una terraza elevada de dos escalo
nes, puesta al descubierto ya en su iriayor parte, y que Ija suge
rido a J. Deshayes, él director de las excavaciones, su compara
ción con las famosas torres escalonadas (zigurats) de Mesopota
mia (véase cap. IX), sobre todo con el conocido zigurat de Ur
(véase figura XVII), erigido a finales del tercer milenio por Ur-
nammu, el fundador de la III dinastía de Ur, en honor del dios
sumerio de la luna, Suen (Sin).
¿Qué han descubierto pues los franceses en Turang-Tepe?
Hasta: ahora sólo ha sido escombrada la fachada sur, de aproxi
madamente 80 m. de largo, y cuyas dos esquinas no pueden
determinarse con exactitud f debido a la continua agresión de
las lluvias y del viento. Esta terraza tiene una altura total de
aproximadamente 13 1/2 m, Está formada por dos escalones.
La altura del escalón inferior es de 8,50 m. aproximadamente.
EL escalón superior no fue levantado sobre el inferior: constitu
ye él núcleo macizo de toda la terraza, cuyos cimientos fueron
colocados a nivel del suelo. Dos rampas simétricas se elevan a lo
largo de la terraza hasta el centro de la plataforma constituida
por el primer escalón. Hasta ahora no se ha descubierto ningu
na escalera que condujera hasta la plataforma más elevada de la
construcción. Tampoco se sabe con certeza si sobre esta última
plataforma se encontraba alguna edificación directamente uni
da a la terraza, que tuviera las funciones de celia o templo:
Deshayes explica que importantes ruinas de una ciudadela sa-
sánida y restos de construcciones aqueménidas, seleúcidas y
partas impiden el examen detenido de la cima de la terraza,
necesario para esta verificación. Digamos finalmente que el
bloque interior de la fachada está formado por ladrillos sin co
cer y la capa exterior por ladrillos cocidos.
Aunque faltan por hacer aún muchas e importantes indaga
ciones en la terraza de Turang-Tepe2—-Deshayes hace hincapié
en que esta gigantesca construcción sólo ha sido parcialmente
1 Véase su informe «Les fouilles récentes de Tureng-Tépé: La terrasse haute de
la fin du IIIe millénaire». Comptes rendus de 1’Académíe des Inscriptions et
Belles-Lettres, 1975 (publ. 1976), 522-530.
2 Cf. J. Deshayes en «Le Plateau iranien et I’Asie centrale des origines á la con-
quéte islamique, 1977.