Sociedad Y Cultura En La Antigua Mesopotamia - Klima Josef

(alangleds1) #1

te sometido al poder eblateo y Asur se vio obligado a cerrar un
acuerdo con Ebla para proteger su existencia y su bienestar, es­
capando así al destino sufrido por Mari, donde Ebla obtuvo co­
mo botín inmensas cantidades de oro y-plata. También en el
terreno cultural está Ebla en primera fila, las tablillas de las es­
cuelas de escribas de Ebla fueron copiadas en Sumer. Hay
buenas razones para pensar que la cuidadosa y profunda inves­
tigación que continúan llevando a cabo los arqueólogos ita­
lianos y sus colegas sirios en Tell Mardikh, así como la elabora­
ción de las tablillas ya desenterradas, lo que supone una ingen­
te labor, proporcionarán aún muchas sorpresas.


El descubrimiento de Emar24 (Tell Meskéné)
Trasbordo de mercancías en el medio Eufrates

Cuando ya las excavaciones de Ebla llevaban largo tiempo en
marcha, el góbiérno sirio decidió levantar una presa en el me­
dio Eufrates, junto a la ciudad de Tabqa, para formar un em­
balse de 80 km. de largo. Pero había que investigar antes, ar­
queológicamente, el futuro lecho del pantano. Para este fin, el
gobierno sirio solicitó del Instituto francés de Estudios Arabes
de Damasco que eligiera una localidad de esta región que., en
su opinión, mereciera ser investigada. Se eligió el Tell
Meskéné-Khádimé (á unos 95 km. al sudeste de Aleppo), te­
niendo en cuenta para ello la primitiva campaña arqueológica
realizada por los franceses en el año 1929, cuyos rastros eran
aún manifiestos, aún cuando no hubiera producido grandes re­
sultados. Esta localidad, en la que se encontraba durante la
Edad Media la ciudad de Balis (que según el testimonio de los
autores clásicos se llamaba antes Barbalissos), era ya conocida
por haberse llevado a cabo allí excavaciones piratas.
Mediante exploraciones provisionales hechas en el año 1970,
se constató que la capa mesopotámica, perteneciente a la época
del bronce tardía, se encontraba inmediatamente debajo de las
capas romanas y bizantinas. Al encontrarse en el año 1971 una
pequeña tablilla de arcilla (con una lista de signos), se confió la
campaña de 1972 al arqueólogo francés Jean Magueron, que ya
en el quinto día de las excavaciones descubrió un recipiente de
barro con tapa, que contenía 14 tablillas en buen estado de
conservación. En una de esas tablillas se hablaba de los lúmes
si-bu-ut E-markii «los ancianos de la ciudad de Emar», con lo
que se confirmó la identificación del Tell Meskéné con la anti­
gua ciudad mesopotamia de Emar25. Así, ya al comienzo de las

24 Al igual que en el caso de Ebla, también Emar se encuentra escrito, en fuen­
tes cuneiformes, Imar (e-ma-ar x i-ma-arki). Véase Helczer, Reallex. der Ass-
yriol. V, pág. 65 y s.
25 Del mismo modo que el Tell Mardikh con Ebla
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